El detenido por la muerte de una menor de 17 años en la localidad sevillana de El Rubio, cuyo cadáver fue encontrado este lunes con heridas por disparos, ha confesado a la Guardia Civil que la mató con un arma de fabricación casera que después arrojó en el arroyo El Salado.

Así lo han asegurado a EFE fuentes próximas a la investigación, que han indicado que el joven, de 22 años, ha declarado también que la joven era su pareja en ese momento.

Por ello, los investigadores le atribuyen los delitos de homicidio en el ámbito de violencia de género y tenencia ilícita de armas.

Las mismas fuentes han precisado que fue la madre del detenido quien avisó a la Guardia Civil después de que este llegara a casa muy nervioso y le contara que había encontrado a un amiga muerta por disparos de arma de fuego en la cabeza y que creía que se había suicidado.

Cuando los agentes accedieron la vivienda en construcción de la calle Olivar del municipio sevillano donde fue hallado el cadáver, el arma ya no estaba.

Según relató en un primer momento el detenido, estaba con la menor en esa casa y se fue a comprar tabaco. Cuando volvió la encontró muerta, vio el arma y, por miedo, la arrojó al arroyo. Además, tapó el cuerpo con una manta.

Pero ya después, en la declaración ante los investigadores, el joven ha reconocido que la mató con un arma de fabricación casera, que se sigue buscando, y que la menor era su pareja.

Esta es la novena mujer asesinada por violencia de género en lo que va de 2023, la cuarta en Andalucía, lo que suma 1.191 víctimas desde 2003.

Además, es la primera menor de edad asesinada por su pareja o expareja este año.