El Juzgado de Instrucción número 26 de Madrid investiga el apaleamiento a un muñeco que representaba al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, durante una protesta organizada en Nochevieja en las inmediaciones de la sede del PSOE en la calle Ferraz, en Madrid.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional se hizo cargo el pasado 10 de enero de la denuncia que interpuso el PSOE por posibles delitos de odio, pero finalmente la ha archivado al tener conocimiento de que el 22 de enero "se tuvo noticia de la presentación ante los Juzgados de Instrucción de Madrid de un atestado policial por los mismos hechos".
Así lo ha anunciado la Fiscalía de la Audiencia Nacional en un Decreto, fechado el pasado 9 de febrero y hecho público este lunes, en el que señala que, una vez llevada la denuncia del PSOE a reparto en esos Juzgados, esta recayó en el Juzgado de Instrucción número 26 de Madrid, que ha incoado diligencias previas.
Este Juzgado se hizo cargo de la denuncia a finales del pasado enero, si bien aún no ha ordenado practicar ningún tipo de diligencias, según han informado a EFE fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Por ello, la Fiscalía, en aplicación de lo establecido en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, ha optado por archivar sus pesquisas y las ha remitido a dicho juzgado "por tratarse de los mismos hechos objeto de investigación".
En el Decreto, el Ministerio Público acuerda también notificar al denunciante, el PSOE, "dicho reenvío a fin de que pueda ejercitar lo que a su derecho convenga ante dicho órgano judicial".
Organizaciones cercanas a Vox
La fiscal jefe de la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado, Ana Isabel García León, fue la que decidió enviar estar denuncia al fiscal jefe de la Audiencia Nacional, que optó por abrir las diligencias de investigación que ahora quedan archivadas.
En su denuncia, los socialistas vinculan la protesta a organizaciones cercanas a Vox y consideran que lo sucedido, colofón de otras manifestaciones, mensajes y acciones previas, puede ser considerado delito de odio contra Sánchez, contra el partido, sus militantes y sus simpatizantes.
A su juicio, la "gravedad" de los ataques al presidente del Gobierno y al partido no pueden estar amparados por el derecho a la libertad de expresión.
El pasado 3 de enero, uno de los supuestos responsables de introducir la piñata que simulaba a Pedro Sánchez en la protesta de Nochevieja fue llamado a declarar a las dependencias de la Brigada Provincial de Información de la Policía Nacional, en el distrito madrileño de Moratalaz.
A la salida de las dependencias policiales, el hombre se limitó a señalar que su participación fue únicamente para hacer un favor a la organización juvenil Revuelta, convocante de las protestas en las inmediaciones del PSOE.
En un mensaje compartido en su cuenta de X, la organización Revuelta explicaba así lo sucedido: "Tras las campanadas, dos manifestantes colgaron una piñata gigante del golpista Pedro Sánchez, que había pasado los habituales controles policiales en las entradas a Ferraz, rellena de turrones para golpearla. Fin de la historia".