La jugada de Vox de proponer al veterano economista Ramón Tamames como candidato para una moción de censura, si ya de por sí resultaba un tanto estrafalaria, se ha enrarecido todavía más tras salir a la palestra varias declaraciones de Tamames de la época del procés en las que defendía a Catalunya como nación y el encaje de un Estado catalán dentro de una España federal, postulados en las antípodas del partido que le va a proponer como candidato a presidente del Gobierno.

En medio de estos giros argumentales sobre una iniciativa parlamentaria que no tiene fecha aún –será la Mesa del Congreso quien fije el calendario la semana que viene–, tanto el PSOE como el PP sopesan cómo van a abordarla, conscientes de que una estrategia errónea podría acabar favoreciendo al partido ultra.

A pesar de lo excéntrico de la propuesta de Vox, en Ferraz abogan por tomársela en serio y por que Pedro Sánchez y otros rostros socialistas salgan a responder las intervenciones de Tamames y de los miembros de Vox. Aunque socios del Gobierno español como ERC reclaman un boicot conjunto de los grupos de la investidura, el PSOE rechaza esta opción y cree que es más inteligente entrar en el cuerpo a cuerpo de la iniciativa; eso sí, sin excederse en críticas hacia el propio Tamames, a quien respetan por su trayectoria de lucha contra el franquismo.

En el PP, por su parte, tienen una papeleta más complicada, ya que parte de su electorado y simpatizantes no entenderían que adoptara una posición de crítica dura contra la iniciativa de Vox.

Es por ello que los populares optarán, salvo sorpresa, por la abstención en la votación, en una sesión a la que Alberto Núñez Feijóo no prevé asistir. Ayer, en declaraciones a la prensa tras visitar el Mobile Word Congress de Barcelona, Feijóo trasladó su “respeto” por “el conjunto de españoles” que quieren “desalojar al Gobierno de Pedro Sánchez”, aunque reiteró que no apoyarán la moción porque no “creen” en ella al no dar los números en ningún caso.

Acto seguido, el presidente del PP tachó la iniciativa de Vox de “show parlamentario” y de “teatrillo político”, y expresó que se abstendrán para no “compartir paternidad” con una iniciativa “destinada al fracaso”, ya que ni sumando los votos del PP y de Ciudadanos la moción prosperaría.

Nación catalana

Mientras tanto, en Vox se han visto golpeados por la aparición de declaraciones antiguas de Ramón Tamames en las que consideraba a Catalunya una nación e incluso veía con buenos ojos la creación de un Estado catalán en el marco de una España de corte federal.

Pese a que esto contrasta de pleno con el discurso y la ideología de Vox, su portavoz Iván Espinosa de los Monteros aseguró ayer martes que no le preocupan estos posicionamientos pasados de su candidato a la moción. Así, bromeó con que le parece más preocupante el pasado comunista de Tamames.

“Conocíamos cosas mucho más graves, ha sido comunista. No nos imaginamos nada más grave que eso”, ironizó en rueda de prensa el portavoz ultra en el Congreso de los Diputados.

La fecha

Vox no forzará el trámite. El grupo parlamentario de Vox no intentará forzar una aceleración de los trámites para el debate de la moción de censura registrada el pasado lunes con Ramón Tamames como candidato, aunque pide a los demás partidos y a quienes conforman la Mesa del Congreso que tampoco la retrasen y cumplan con los plazos habituales. La Mesa la calificará por tanto en su reunión de la próxima semana y a partir de entonces podría ya ponerse fecha a su debate.