El Estado español no ha avanzado en el último año en la lucha contra la corrupción según el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2022, publicado hoy por Transparency International, que muestra que ha bajado de nuevo un punto con respecto a 2021 y tres con relación a 2020 y se sitúa en una puntuación de 60 sobre cien. El estudio refleja que el 95 por ciento de los países ha avanzado poco o nada desde 2017.

De esta manera, el Estado español ocupa la posición 35/180 del ranking global del IPC, junto con Botswana, Cabo Verde y San Vicente y las Granadinas. Si la comparación se realiza en relación a los países de la Unión Europea España se sitúa en el número 14 sobre 27, solo dos puntos por debajo de Portugal y Lituania (62/100) y sólo un punto por encima de Letonia (59/100).

Según el citado estudio, la diferencia de un punto de un año a otro no constituye un descenso estadísticamente significativo, pero consideran que una caída por segundo año consecutivo en los esfuerzos de prevención y lucha contra la corrupción son una "clara señal de riesgo y peligro de seguir descendiendo en el año siguiente".

Transparencia Internacional precisa que este hecho refleja que en España sigue latente un nivel de factores que incide en el buen funcionamiento de las instituciones democráticas y elevan el riesgo de corrupción.   

SIN REGULAR GRUPOS DE INTERÉS, NI EL ACCESO A INFORMACIÓN PÚBLICA

Así, señalan que el Estado español se ha visto principalmente afectado por su descenso en los parámetros medidos en el Global Risks Report 2022 del Foro Económico Mundial (WEF-GRR), según el cual ha obtenido "una peor puntuación" en la dimensión referida a la categoría de "pagos irregulares en servicios públicos, exportaciones e importaciones y decisiones judiciales en casos de corrupción".

A esto, añaden otras causas como: el hecho de que el Estado español "sigue sin cumplir los estándares que marca el Consejo de Europa sobre los consejos generales de la judicatura", en referencia a la elección del Consejo General del Poder Judicial; sigue retrasada en la regulación adecuada de los grupos de interés, incompatibilidades y prevención de conflictos de interés del personal al servicio del sector público, así como un retraso notable en relación con la adopción de un nuevo marco regulatorio de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno.

También denotan que aún no se ha aprobado la ley de protección de las personas que informen sobre infracciones y de lucha contra la corrupción. A ello se añade, según afirman, el manteniendo del programa de los llamados "visados dorados" así como la falta aún de creación del Registro central de Titulares Reales.

Transparencia Internacional echa en cara que tampoco haya cumplido con "varios de los compromisos asumidos por las Administraciones Públicas en el marco del IV Plan de Gobierno Abierto". Finalmente, añaden que, a pesar de lo que dispone el Código de Conducta de las Cortes Generales, "más de la mitad de los parlamentarios no publican sus agendas institucionales" y las que se publican contienen información absolutamente desigual, así como la inexistencia de transparencia de las reuniones que se mantienen con grupos de presión.

La presidenta de Transparencia Internacional en España, Silvina Bacigalupo, ha lamentado que, a pesar de que el año pasado constataban la existencia de una potente agenda legislativa para la prevención y lucha contra la corrupción, ésta no se ha materializado de forma efectiva con las reformas legales anunciadas.

Por ello, hace un llamamiento al Parlamento para que no demore más en sacar adelante las leyes necesarias destinadas a la prevención de la corrupción y al refuerzo de la transparencia y la rendición de cuentas.   

EL 95% DE LOS PAÍSES HA AVANZADO POCO O NADA EN 2022

Por lo que se refiere a cómo ha evolucionado la lucha contra la corrupción en el resto del mundo, el informe refleja que el 95 por ciento de los países "ha avanzado poco o nada desde 2017". La media mundial del Índice de Percepción de la Corrupción se mantiene por undécimo año sin cambios con un 43/100. "Más de dos tercios de los países ostentan un problema grave de corrupción, con una puntuación inferior a 50/100", apunta el informe.

El IPC clasifica a 180 países y territorios según sus niveles percibidos de corrupción en el sector público, medido a través de datos obtenidos de 13 fuentes expertas externas, en una escala de cero (muy corrupto) a 100 (muy transparente).

Según esta escala, Dinamarca (90/100) encabeza el índice este año, seguida de cerca por Finlandia y Nueva Zelanda, ambas con 87 puntos sobre cien. "La solidez de las instituciones democráticas y el respeto de los derechos humanos hacen también de estos países algunos de los más pacíficos del mundo, según el Índice de Paz Global", precisa el estudio.   

SUDÁN DEL SUR, SIRIA Y SOMALIA, EN LOS ÚLTIMOS PUESTOS

Por el contrario, Sudán del Sur (13/100), Siria (13/100) y Somalia (12/100), todos ellos inmersos en conflictos prolongados, se mantienen, por su parte, en los últimos puestos del IPC. Finalmente, 26 países --entre ellos Qatar (58), Guatemala (24) y Reino Unido (73)-- se sitúan este año en mínimos históricos.

Europa y la Unión Europea logran una puntuación media de 66 sobre 100, volviendo a ser la región mejor valorada en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC). Pero el estudio refleja que el progreso y las mejoras se han estancado en la mayoría de los países durante más de una década: de los 31 países de la región, sólo seis han mejorado su puntuación, mientras que siete la han empeorado.

Los países con mejor puntuación en 2022 son Dinamarca (90/100), Finlandia (87/100) y Noruega (84/100). Pero se han estancado porque "deben subsanar deficiencias en sus marcos de integridad política". Junto a éstos, también están Islandia (74/100) y Suecia (83/100).   

RUMANÍA, BULGARIA Y HUNGRÍA, A LA COLA, PERO UCRANIA Y RUSIA, POR DETRÁS

Los peores resultados los obtuvieron Rumanía (46/100), Bulgaria (43/100) y Hungría (42/100). Y cabe destacar que diez países han registrado la puntuación más baja de su historia.

Los responsables del estudio afirman que el cambiante panorama de seguridad que se está viviendo en Europa Occidental y la UE desde la invasión de Ucrania (33/100) por Rusia (27/100), así como la inminente recesión, "exigen respuestas contundentes por parte de los gobiernos".

De hecho, creen que el interés público se ha visto comprometido, por poderosas industrias o por agentes extranjeros, y señalan que "la Unión Europea ha sufrido un duro golpe tras el escándalo de corrupción sin precedentes ocasionado por el denominado Qatargate".   

CORRUPCIÓN, CONFLICTO Y SEGURIDAD

Transparencia Intarnacional explica que el Índice de Percepción de la Corrupción de este año revela que 124 países tienen niveles de corrupción estancados, mientras que aumenta el número de países en declive. Argumentan, en este sentido que la pandemia COVID-19, la crisis climática y las crecientes amenazas a la seguridad en todo el mundo están alimentando una nueva ola de incertidumbre.

Ponen como ejemplo la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022 que consideran un "crudo recordatorio" de lo que esta amenaza constituye para la paz y seguridad mundiales. Así, señala el texto que "la combinación de corrupción, autoritarismo, ataques al espacio cívico y recesión económica" ha resultado especialmente fuerte y volátil en Brasil (38/100) y tras décadas de conflicto, Sudán del Sur (13/100) y señalan que las denuncias de corrupción "contribuyeron a desencadenar una guerra civil en Yemen (16/100) hace ocho años".