Me molesta, por no decir me jode mucho, hablar de ti, pero lo voy a hacer, porque así me libero de la mala leche que hago cuando pienso en el daño que nos has hecho a los que en su momento creímos que eras de verdad, a los que creíamos que eras de los políticos que nos ayudaban a liberarnos del fascismo y de los estómagos agradecidos de Franco y sus huestes. Y han sido muchos, que ahora ostentan grandes fortunas, y callan como muertos y los muertos ya sabemos que no hablan, porque están muertos, pero estos son muertos que pueden hablar, pero callan. Otro día os daré nombres y apellidos y familias herederas o tal vez prefieras que me calle, porque son tus caseros y vecinos, mantienen la misma mala sangre, como cuando iban de paseo a ver cómo fusilaban a la gente. Y como sigo pensando que no merece hablar mucho de basura, porque huele, lo dejamos aquí, ante la caricatura de un payaso infernal. Cosas como tú me animan a seguir diciendo lo que nunca me ha gustado. Tu propio orgullo y ego te han convertido en un personaje tóxico.