EL lunes 27 de marzo, un joven de 28 años disparó y mató a seis personas, incluidos tres estudiantes de 9 años, en una escuela de primaria en Nashville. En respuesta, estudiantes y padres visitaron el capitolio del estado de Tennessee el jueves 6 de abril para protestar en favor de una ley de control de armas. Ese mismo día, los representantes demócratas Gloria Johnson de Knoxville, Justin Jones de Nashville y Justin Pearson de Memphis organizaron una manifestación en la Cámara ente las diez y las once de la mañana abogando por una reforma a la ley de armas para evitar futuras masacres.

Inmediatamente, miembros del caucus republicano los acusaron de alterar el orden y violar las reglas de procedimiento. El presidente de la Cámara de Representantes del Estado, Cameron Sexton, incluso declaró que “lo que ha ocurrido hoy aquí es equivalente, al menos equivalente, tal vez peor, dependiendo de cómo se mire, que la insurrección en el Capitolio del 6 de enero”. Poco después de las 13.00 horas, se planteó la posibilidad de expulsar a los tres representantes, ya que el artículo 2.12 de la constitución de Tennessee faculta a la Cámara para castigar a sus miembros por comportamiento desordenado. La moción requiere una mayoría de dos tercios de los votos. Este tipo de acción disciplinaria es muy poco común, tan sólo se ha utilizado tres veces desde el siglo XIX. No obstante, el lunes 10 los representantes republicanos Bud Hulsey, Gino Bulso y Andrew Farmer presentaron tres resoluciones prácticamente idénticas con el objetivo de expulsar a los tres representantes demócratas, declarando que “habían traído desorden y deshonra a sabiendas e intencionalmente” a la Cámara. Acusaron a los legisladores de “conducta desordenada”, algo que en su opinión repercute negativamente en la integridad y dignidad de la Cámara.

Se otorgó a cada uno de los tres legisladores 20 minutos para defender sus casos. Jones fue el primero en hablar. “El mundo está mirando a Tennessee”, dijo, y acusó a los miembros republicanos de ser una “turba de linchamiento”. Hizo hincapié en que mediante sus acciones habían pretendido representar a los cientos de miles de jóvenes que atienden a la escuela aterrorizados por la oleada de tiroteos masivos que vive el país. “Represento a 78.000 personas” y todas ellas están conmigo aquí, aseguró Jones. Pearson agregó que ellos no habían interrumpido los procedimientos porque en ese momento la Cámara estaban en receso y aclaró que las normas de la Cámara solo castigan la violación de las reglas del decoro con una censura y no con la expulsión.

Expulsados de la cámara

Inmediatamente después, se llevó a cabo la votación y los representantes Jones y Pearson fueron expulsados de la Cámara por 72 contra 25 y 69 contra 26 votos respectivamente. Para sorpresa de todos, la representante Gloria Johnson, demócrata de Knoxville, que representa a unos 70.000 habitantes de Tennessee, se salvó de la expulsión porque el recuento final de 65 votos a favor de la expulsión y 30 votos en contra no llegó a los dos tercios requeridos. Tras la votación, la prensa preguntó a Johnson qué razón justificaba la expulsión de solo dos de los tres representantes demócratas. “¿Tal vez tenga que ver con el color de nuestra piel?”, respondió. De hecho, Pearson y Jones son negros mientras que Johnson es blanca. La medida deja a unos 130.000 votantes en distritos con una población mayoritariamente afroamericana sin representación.

Jones y Pearson expresaron su deseo de recuperar sus escaños en una entrevista con el programa Meet the Press de la NBC Ambos declararon haber sido despojados de sus cargos porque “decidieron que era hora de que los republicanos del estado de Tennessee dejasen de escuchar a la Asociación Nacional del Rifle y comenzaran a escuchar a los miles de personas que están de luto a causa de la violencia armada”.

En una entrevista a WPLN, Pearson aseguró que su culpa no era otra que haber ejercido su derecho a representar y defender los derechos de los menores que nunca se convertirán en adultos, que nunca se graduarán y que nunca podrán comprometerse en la lucha contra el lobby de las armas, ni protestar en defensa de sus propias vidas, porque han sido asesinados a tiros.

Según Jones en una entrevista con la cadena de televisión CNN, el Partido Republicano está utilizando tácticas autoritarias para sofocar puntos de vista adversos, lo que representa un peligro significativo para la democracia en el país. Expresó su profunda preocupación por este hecho y calificó de “moralmente insensato” priorizar la sanción de los legisladores por encima de una violación de procedimiento. El presidente del Partido Demócrata en Tennessee, Hendrell Remus, describió la medida como un ataque al partido, que sienta un precedente peligroso en términos de venganza política. “Que una mayoría pueda simplemente expulsar a un miembro del partido contrario sin una causa legítima amenaza el tejido de la democracia en nuestro estado y crea una hoja de ruta desacertada para las legislaturas estatales controladas por el Partido Republicano en todo el país”.

De conformidad con la constitución de Tennessee, se llevarán a cabo elecciones especiales para ocupar los puestos que dejaron vacantes Jones y Pearson, ya que falta más de un año para las próximas elecciones generales. Mientras tanto, los cuerpos legislativos locales pueden nombrar miembros interinos de la Cámara para servir hasta que se celebre la elección especial. En el caso de Jones, el Consejo Metropolitano del Condado de Davidson en Nashville es el ente responsable de designar el puesto del distrito 52, mientras que en el caso de Pearson, la responsable de hacer lo propio con el puesto del distrito 86 es la Junta de Comisionados del Condado de Shelby en Memphis.

La mayoría de los 40 miembros del consejo de Nashville ha prometido volver a nombrar a Jones, mientras que Mickell Lowery, presidente de la Junta de Comisionados del Condado de Shelby, convocará una reunión especial para considerar la posibilidad de restituir a Pearson en su cargo electo para representar a los ciudadanos en el Distrito 86. Una vez que se designe un candidato interino, se llevará a cabo una elección especial en cada distrito para completar el término.

Una situación peor

Hace dos semanas, cuando escribí un artículo sobre el tiroteo de la escuela infantil de Nashville, aseguré que no iba a tener impacto alguno, que no iba a generar medidas ni reformas legales. Me equivoqué. No contemplé que las cosas podían empeorar sensiblemente. El lobby de las armas ha conseguido que todos los miembros de la bancada republicana de Tennessee voten por la expulsión de dos ciudadanos elegidos democráticamente por organizar una protesta pacífica solo diez días después de la muerte a tiros de seis personas en una escuela primaria.

Más aún, los representantes del Gran Estado de Tennessee aseguran que protestar por estas muertes significa traer “desorden y deshonra a sabiendas e intencionalmente” a la Cámara mientras expulsan a dos representantes legal y democráticamente elegidos de su propio parlamento. Y lo hacen reviviendo el fantasma de la segregación y dejando a 130.000 ciudadanos sin representación, algo que aparentemente no “repercute negativamente en la integridad y dignidad de la Cámara” ni constituye una “conducta desordenada”. Hoy es imposible mirar a Tennessee sin taparse bien los ojos.