Los aliados de la OTAN firmarán este martes en Bruselas el protocolo de adhesión de Suecia y Finlandia a la alianza, después de que Turquía levantara la semana pasada el veto contra ambos países escandinavos tras lograr un mayor compromiso en la lucha antiterrorista.
Las negociaciones a tres bandas facilitadas por el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y su equipo culminaron la semana pasada en Madrid con un acuerdo que pone fin a un mes de bloqueo por parte de Ankara y allana el camino de Estocolmo y Helsinki a la organización.
La firma tendrá lugar en el seno del Consejo del Atlántico Norte, el órgano ejecutivo que reúne a los 30 aliados en la sede de Bruselas. Este documento se firmará "en paralelo" a las negociaciones de adhesión, que se espera que lleven tan solo unas horas puesto que Suecia y Finlandia están muy alineados con los estándares de la OTAN.
La Alianza confirmó el lunes que ambos países habían "completado" las conversaciones de acceso y que habían "confirmado formalmente su voluntad y capacidad de reunir las obligaciones y compromisos políticos, legales y militares de la pertenencia a la OTAN".
La delegación finlandesa estuvo encabezada por los ministros de Exteriores y Defensa, Pekka Haavitso y Antti Kaikkonen, respectivamente, mientras que la delegación sueca estuvo liderada por la ministra de Exteriores, Ann Linde. Asimismo, el encuentro estuvo presidido por la vice secretaria general para Asuntos Políticos y Política de Seguridad de la OTAN, Bettina Cadenbach.
Stoltenberg calificó el pacto de "buen acuerdo" para todas las partes, añadiendo que implicará que los dos países nórdicos trabajen de forma "aún más estrecha" con Turquía para combatir el terrorismo, extraditar sospechosos o intercambiar información. Suecia y Finlandia participaron en la cumbre de Madrid como socios y no como 'invitados', esto es miembros 'de facto', un estatus que tendrían de haberse firmado el protocolo de adhesión antes de la cita.
Proceso de adhesión
Los dos países nórdicos solicitaron conjuntamente su entrada en la OTAN el pasado 18 de mayo, un ingreso que la Alianza Atlántica apostaba porque fuera 'exprés' y estuviera listo para la cumbre de Madrid.
Sin embargo, Turquía ha frustrado por sus reticencias por la supuesta connivencia de suecos y finlandeses con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y las Unidades de Protección Popular (YPG).
El próximo paso serán las negociaciones y la firma del protocolo de acceso, que rubrican los aliados en Bruselas para enviarlo posteriormente a las distintas capitales. La ratificación de estos protocolos sería la fase más larga debido a los distintos sistemas para avalar al nuevo socio.
Este procedimiento burocrático se demorará meses puesto que cada aliado tiene un sistema de validación diferente, y en muchos casos implica una votación en el Parlamento. Esto hace que el ingreso formal de Suecia y Finlandia no llegue hasta finales de 2022 o principios de 2023, algo que inquieta los candidatos que quieren contar con garantías de seguridad para este periodo ante las amenazas de Rusia.
Una vez todos los miembros de la alianza y los candidatos han aprobado estos protocolos, el siguiente paso será depositar estos documentos en Washington, donde son custodiados por el Gobierno de Estados Unidos.