LA deportividad desata pasiones, pero no llena concesionarios. Por eso en Cupra han decidido apuntar al gran público creando un coche a su medida: vistoso, fiable, dinámico, eficiente, razonablemente sostenible y relativamente asequible. Podían haber partido de cero y desarrollar un modelo 100% nuevo, pero ya contaban con uno que reunía todas esas cualidades: el León. Por eso, el compacto y su derivada familiar estrenan ahora una interesante variante microhibridada, que se conforma con menos potencia –espolea 150 alegres caballos– para atenuar el gasto y la huella de carbono, mereciendo por ello la etiqueta medioambiental ‘Eco’. La versión eTSI también reduce su precio, fijado en 33.340 euros antes de computar promociones.

La incorporación de esta nueva propuesta abre la puerta de la joven marca a ‘gente normal’, entendiendo como tal a las personas interesadas en el diseño y la calidad, pero no necesariamente devotas de las altas prestaciones. Cupra deposita muchas esperanzas en esta creación, a la que considera un factor de crecimiento. Apoya esas expectativas en el hecho de que los modelos compactos con motor a gasolina de 150 CV copan las matriculaciones de turismos de clase media. Estima que el León eTSI ofrece alicientes de imagen y precio idóneos para atraer clientela procedente de las marcas generalistas.

Este producto es fruto de un cambio en la estrategia comercial del binomio SEAT-Cupra, que ha desnudado un santo para vestir otro. Los responsables de ambas firmas decidieron extirpar del León original esta motorización microhibridada para implantarla en su alter ego de la rama deportiva, compensando parcialmente al primero con la mecánica TSI de 130 CV. El Cupra León instala esta tecnología ‘mild hybrid’ en sus dos formatos, el compacto de cinco puertas y el Sportstourer de envase familiar.

La fórmula heredada depara un coche estupendo. Casi tanto como las otras combinaciones del León que la marca ofrece. El eTSI modera su temperamento para acotar la deportividad. La merma de caballería comporta un significativo recorte en el gasto oficial (promete 1,1 litros menos a los cien), aunque no tanto en las emisiones de dióxido de carbono (acredita 12 gramos menos por kilómetro). Las prestaciones tampoco decaen demasiado respecto a las que anuncia la versión superior, con 190 CV: la velocidad punta remite de 227 a 214 km/h, en tanto que la capacidad de aceleración desciende al necesitar un segundo y medio más (8,7”) para llegar a 100 km/h. Son, en ambos casos, muy buenos registros.

Estos datos parejos sugieren que el verdadero interés de esta última versión mild hybrid radica en las ventajas de la etiqueta Eco que ostenta. Para quien no necesite ese visado de acceso y estacionamiento en las zonas urbanas de bajas emisiones previstas, la candidatura del 1.5 eTSI encuentra seria competencia en la de la también reciente variante 2.0 TSI de 190 CV, que solamente cuesta 930 euros más.

A la hora de decantarse por la nueva derivada mHEV o por cualquiera de las demás que plantea el Cupra León intervienen factores racionales, emocionales y, claro está, económicos. Estos son más determinantes a medida que se va elevando el punto de mira en el catálogo. En él se plantean alternativas térmicas de gasolina con 190, 245 y 300 CV a esta con hibridación suave de 48 voltios, así como dos soluciones enchufables e-Hybrid con potencias de 204 y 245 CV. Las preferencias de las personas de sangre caliente, partidarias de una conducción más bien alegre, no ofrecen dudas. Ahora bien, a medida que en esa ecuación del coche ideal comienza a pesar el pragmatismo (o la sensatez), la potencia va cediendo interés a criterios medioambientales e incluso de rentabilidad.

Es entonces cuando se descubre que esta interpretación con 150 caballos, provista de todos los aditamentos estéticos y las dotaciones genuinas de Cupra, puede resultar absolutamente satisfactoria. En ella, el León muestra un comportamiento dinámico acorde al de sus hermanos, salvando las notables distancias de rendimiento. Además, lo hace inspirado por la agilidad, el aplomo y la precisión en todas sus reacciones. Compensa la falta de fuerza bruta con una mayor dosis de docilidad, y muestra una agradable chispa que permite a expertos y noveles disfrutar del volante. Por si fuera poco, retribuye con una no menos reconfortante frugalidad a quien lo maneja con delicadeza.

En resumen, el Cupra León 1.5 eTSI mHEV plantea una opción de compra más sensata que pasional. Es un traje cortado a la medida de ese tipo de personas exigentes que, por el hecho de serlo, buscan un coche digno de confianza, con tecnología eficiente, diseño amable y esmerada confección, pero también razonablemente austero.