Se conoce que la bautizada LaLiga Hypermotion es una categoría pétrea, imprevisible en muchos de sus partidos, sobre todo cuando se encuentra en sus inicios. El Amorebieta ya lo sufrió hace dos campañas en propias carnes, con el descenso. Algo tuvo que ver su inexperiencia. En su regreso a la Segunda División, anoche volvió a pagar en el Carlos Belmonte sus despistes, que no se perdonan en el fútbol profesional. Tuvo la victoria en sus manos con el 0-2 a los 25 minutos de juego, pero sendos desajustes arrojaron por el desagüe las dos ventajas, primero en la prolongación del primer acto y, luego, en el comienzo del segundo, y dio aire a un Albacete que, sin embargo, no fue capaz de sentenciar al conjunto zornotzarra, que asomó la virtud de rehacerse en los instantes más crudos. En ese matiz sí ha ganado en músculo competitivo. Sacó orgullo para no hincar la rodilla, incluso tuvo opciones para hacer el tercero, pero fue Pablo Campos, su portero, el que guardó un punto meritorio con un par de acciones prodigiosas en el tamo final de un partido intenso y de muy buen ver.

Mujika apenas tocó su plan respecto al que puso en liza en la jornada inaugural, causado también por la cortedad de su plantilla a día de hoy. No en vano, a la dirección deportiva azul le queda diez días para hacer feliz a su entrenador con la llegada de nuevos efectivos. Sea como fuere, Mujika tiene que conformarse con lo que tiene de momento, por lo que no cuenta con el margen idóneo para menear con abundancia el once. Se trata, por tanto, de manejar la realidad y el preparador azul solo introdujo dos cambios respecto al once que arrancó nueve días atrás en Lezama. Josué Dorrio ocupó el interior derecho en detrimento de Luis Quintero, cedido por el Villarreal y una de las sensaciones en pretemporada, y Félix Garreta, otro chaval que llega desde el Betis, dejó en la banqueta al capitán Iker Seguín, que ha sido aita por segunda vez .

Las cosas no pudieron arrancar con mejor pinta para el Amorebieta, cuya puesta en escena fue brillante a la hora de gestionar la letra pequeña del encuentro. Este equipo presume de ambición, la que le ha llevado a su retorno a la categoría de plata, y, lejos de arrugarse ante un rival con poderío, quiso ser fiel a sí mismo, o sea a liberarse en el verde, que suele ser garantía de éxito. No habían transcurrido ni cinco minutos cuando una buen combinación permitió a Dorrio progresar por banda derecha, el centro del bilbaino lo cazó Edwards, que no se lo pensó, su lanzamiento se estrelló en el poste derecho de la meta manchega y el rebote favoreció a Rayco, que pasaba por allí para armar con clase su zurda y batir a Bernabé. El tanto relanzó al colectivo de Mujika, bien cimentado, sólido atrás, solvente en la parcela ancha e insistente por los costados. El Albacete se sintió mareado. Dorrio perdonó el segundo, pero once minutos después una genial asociación entre Rayco y Garreta la culminó el lateral barcelonés para subir el 0-2 al marcador. Ver para creer. En tierra de las navajas, el Amorebieta fue el que tenía mejor afilado su juego. El fútbol, con todo, no permite concesiones, sobe todo en una categoría tan exigente y complicada. El Albacete había avisado en dos aproximaciones y en el descuento infligió un inesperado tajo a los zornotzarras con el gol de Fuster, ante el que quizá pudo hacer algo más Campos, que segundo antes se había lucido.

El 1-2 se entendió como un debe en el Amorebieta, al que le tocaba encajarlo mentalmente en la caseta. Se intuye que hubo alguna bronquilla por ese despiste. Pero erre que erre. El inicio del segundo acto fue igual de penoso para el equipo vizcaino, ya que Quiles correteó desde campo propio como Pedro por su casa sin que le parase ni Seguín ni Etxeita; y el ariete no perdonó con el golpeo con su izquierda. El Amorebieta veía cómo se dilapidaba su doble ventaja en dos bofetadas que no supo evitar. Vuelta a empezar, aunque ya en un escenario nada grato, tocado y con un rival crecido en su versión renovada con el triple cambio que efectuó Albés. Tocaba el momento de la supervivencia, el de sacar esa fortaleza necesaria para salir a flote. Mujika recurrió a Álvaro Núñez, del que se conoce su salida polémica de Lezama en junio de 2022 para recalar en el filial del Barça. Ha vuelto a casa para reivindicarse como azul. Álex Carbonell, con el que Núñez compartió vestuario el curso anterior, gozó de una clara ocasión para adelantar a su equipo, pero se topó con el cuerpo de Bernabé. La suerte estaba echada.

FICHA TÉCNICA

Albacete: Bernabé; Álvaro Rodríguez (Min. 46, Isaac), Clauder (Min. 46, Ros), Djetei, Javi Alonso (Min. 85, Silva); Medina (Min. 46, Bolívar), Olaetxea; Juanma, Riki Rodríguez, Fuster; y Quiles (Min. 64, Shashoua).

Amorebieta: Campos: Mier (Min. 60, Álvaro Núñez), Hernando, Etxeita, Garreta (Min. 46, Seguín); Dorrio (Min. 85, Quintero), Sibo, Carbonell (Min. 76, Morán), Rayco; Edwards (Min. 85, Eraso) y Jauregi.

Goles: 0-1: Min. 5; Rayco. 0-2: Min. 24; Garreta. 1-2: Min. 45; Fuster. 2-2: Min. 49; Quiles.

Árbitro: Galech Apezteguía (Comité Navarro). Amonestó a Olaetxea, Medina y al técnico Rubén Albés, por el Albacete.

Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada de LaLiga Hypermotion disputado en el Carlos Belmonte ante 10.231 espectadores.