Max Verstappen no flaquea. Continúa con paso marcial. El Gran Premio de España, séptima cita del calendario, fue un paseo ciertamente. Tremendamente cómodo, como da fe su Grand Chelem (líder de inicio a fin en carrera, con pole y vuelta rápida). Pero eso no descuida al campeón, que es la antítesis de la relajación. Siempre ansía más. Da igual la situación. No importa el contexto. Vive sediento de gloria. Una sed que es síntoma de inquietud, de la insatisfacción, de que siempre hay margen para mejorar, de que es el único camino hacia la perfección. Su carrera en Catalunya se pareció a lo que puede considerarse como una actuación perfecta, tan perfecta que incluso pudo resultar aburrida. 

Cuando las carreras se enfilan hacia la conclusión Verstappen realiza la pregunta que ya puede patentar: “¿Cuál es mi vuelta rápida?”. Los ingenieros de Red Bull se echan entonces las manos a la cabeza, porque saben lo que se avecina, porque son conscientes de que aumentar el ritmo es abarcar riesgos, es lidiar con las fronteras de la mecánica y el talento del piloto.

Pero nada teme Verstappen, que pese a rodar con tres avisos por excederse los límites de la pista, agacha la cabeza en persecución del punto que concede la vuelta rápida. “Llevas 18 segundos de ventaja –sobre Lewis Hamilton, el segundo–”, alertan al neerlandés, firme líder de carrera pero inconformista. Es la sugerencia para no dar margen a un posible error.

Entonces va Mad Max y se saca de la manga la vuelta rápida que concede un punto extra. Es como lo hunos. No deja hierba en el camino. Terminó con 24 segundos de ventaja. Es su quinta victoria de la temporada y, ahora sí, el campeonato adquiere otro cariz. Verstappen se escapa a 53 puntos de Sergio Pérez, que está viendo cómo se difumina su solidez, y en consecuencia sus opciones de ser campeón; el mexicano fue cuarto, remontó desde la undécima posición, pero es insuficiente.

Las celebraciones son ya rutinas en las que Verstappen apenas transmite emociones, como si el éxito le fuera ajeno. “Es un gran placer conducir un coche como este”, dijo sin sobresaltos. “Hay una buena diferencia en el campeonato. Hemos visto un buen fin de semana por mi parte y por el equipo, y es lo que queremos mantener toda la temporada”, valoró Mad Max, que ya almacena 40 victorias en la Fórmula 1, pero que apenas esboza una sonrisa al bajarse del coche tras una nueva conquista. Hay quien dice que el valor de las victorias se mide según el nivel de los rivales... Quién sabe si Verstappen no disfruta todo lo que podría al no tener competencia.

Mercedes mejora; Ferrari y Aston Martin dan pasos atrás

En el siguiente escalón de la competición, el circuito de Catalunya dejó sonrisas y lágrimas. Mercedes dio muestras de su progreso ocupando el segundo y el tercer puesto del podio, con Hamilton y George Russell, respectivamente.

Fueron resultados sorprendentes, como atestiguaron los protagonistas. “No lo esperábamos”, expresó el veterano. “Ha sorprendido un poquito”, manifestó el joven. Hamilton fue elegido Piloto del Día tras partir desde la cuarta pintura y finalizar segundo. Russell se lanzó desde la duodécima posición de la parrilla hasta la tercera. “En Red Bull son demasiado rápidos, pero pasito a pasito”, comentó un esperanzado Hamilton, autor de su segundo podio del curso; Russell firmó el primero. Hay motivos para la esperanza en Mercedes.

Esta satisfacción es proporcionalmente preocupación para Ferrari y Aston Martin, lastrados por un trazado con un elevado índice de degradación de los neumáticos. La segunda posición de salida de Carlos Sainz terminó siendo una quinta plaza para la Scuderia; Charles Leclerc fue undécimo tras partir desde el pit lane. Resultados pobres. “Fue como volver a la realidad”, lamentó el madrileño, que señaló las carencias del monoplaza italiano. “Sabemos que el desgaste es la debilidad de nuestro coche y este circuito es el más duro en eso; creo que con el rebote y la debilidad que tenemos en las curvas de alta velocidad, nunca íbamos a ser muy competitivos aquí”, ahondó.

Alonso, primera carrera sin podio

Mientras, Lance Stroll, que llegó a rodar tercero con el Aston Martin, finalizó en el sexto lugar, justo por delante de Fernando Alonso. El asturiano se quedó fuera del podio por primera vez este curso. “Decirle a Lance que no voy a atacar, que no se preocupe”, dijo Alonso cuando se situaba a rebufo de su compañero, con grandes opciones de avanzar a la sexta posición. Optó por la paz renunciando a algún punto más. Hay buena sintonía en Aston Martin.

Si bien, Alonso, que arrancó octavo y llegó a ser sexto, admitió el bajo rendimiento. “Carrera complicada, porque no teníamos ritmo en ningún momento. Fue el gran problema. No lo fue tanto la goma blanda o dura o la estrategia. No íbamos demasiado rápidos con ninguna”, repasó el asturiano, admitiendo por su parte que “Mercedes nos sorprendió”. Quien no lo hizo fue Verstappen, que asistió a un nuevo paseo.