Las pensiones contributivas subirán en 2023 en torno a un 8,5% con la fórmula de revalorización recogida en la Ley de reforma de las pensiones en la que se tiene en cuenta, como referencia para determinar la subida de estas prestaciones, el IPC interanual promedio de doce meses (de diciembre del año anterior a noviembre del ejercicio en vigor).
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado este martes el dato adelantado del IPC de noviembre, del 6,8%, con lo que es posible anticipar cuánto se revalorizarán las pensiones contributivas en 2023 haciendo la media de los doce meses anteriores, en este caso diciembre 2021-noviembre de 2022.
El cálculo obtenido es, redondeando, del 8,5%, con lo que las pensiones contributivas, así como el Ingreso Mínimo Vital (IMV), subirán el próximo año en torno a dicho porcentaje.
Por su parte, las pensiones no contributivas mantendrán para el próximo ejercicio la subida del 15% que se les aplicó el pasado mes de julio en virtud de una enmienda pactada por el Gobierno con Bildu en el marco de la negociación presupuestaria.
Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2023, recientemente aprobados en el Congreso, no contemplaban la cifra concreta en que subirán las pensiones contributivas el próximo año porque se desconocía el dato de inflación al que está vinculada su revalorización, aunque el Gobierno calculaba que iba a estar en el 8,5%, décima arriba o abajo, como así ha sido.
En todo caso, habrá que esperar a conocer el dato definitivo del IPC de noviembre, que el INE publicará el próximo 14 de diciembre, para confirmar el porcentaje exacto de subida de las pensiones de 2022, aunque los datos definitivos de IPC apenas suelen variar, si acaso alguna décima.
Según el INE, el IPC interanual de noviembre se situó en el 6,8%, de acuerdo a su estimación inicial.
SUBIR LAS PENSIONES COSTARÁ MÁS DE 12.700 MILLONES DE EUROS
La Seguridad Social calcula que cada décima de subida de las pensiones tiene un coste de unos 150 millones de euros, por lo que elevarlas un 8,5% implicará un gasto de aproximadamente 12.750 millones de euros.
El Banco de España, por su parte, estima que cada décima de incremento implica un coste de 180 millones de euros. Usando esas estimaciones, el coste de la subida de las pensiones en un 8,5% rondaría los 15.300 millones de euros.