Cuenta Etor Telleria, técnico del Museo Arqueológico de Bilbao, que la esfinge que exhibe la pinacoteca desde hace unos días es mucho más que una escultura. Esculpida en el siglo II, se concibió como un ornamento para el Teatro romano de Mérida: “Se ubicaba en el graderío donde se sentaba la élite local, rematando esa fila de sillas”, explica, “y eso es muy significativo, porque la esfinge, como símbolo de poder, subraya el que ostentaban los ocupantes de ese espacio”, desliza el arqueólogo vasco. 

En ese sentido, la esfinge cristaliza que la romana era una sociedad altamente jerarquizada y, de esta manera, la pieza explica su contexto. Esta cualidad explica por qué fue seleccionada para inaugurar La pieza invitada y su contexto, el nuevo ciclo expositivo del Museo Arqueológico que pretende acercar a Bizkaia obras temporalmente cedidas por otras instituciones o particulares que rara vez pueden verse en el territorio. “La muestra consiste en conocer una pieza ajena al museo y ponerla en su contexto. Así, además de contemplar la esfinge –que podrá ser visitada en la sala hasta el próximo 30 de abril–, los visitantes podrán acercarse a un edificio tan singular como el Teatro romano de Mérida, que es, además, un edificio en uso, vivo”, expone Tellería. Para el arqueólogo de la Diputación Foral, este es el aporte fundamental de la nueva propuesta a la sociedad vizcaina.

Esta, además de acercar “otras realidades arqueológicas”, las relaciona con la propia. Es decir, los comisarios de este ciclo de muestras invitan a los visitantes a relacionar la pieza invitada con el pasado de su propio territorio: “En Bizkaia el periodo romano está representado por el Poblado romano de Forua, pero tenemos que tener en cuenta que en esa misma época también había otros yacimientos interesantes como el de Mérida, de donde proviene la esfinge”, detalla. 

La relación que se establece entre dos lugares tan lejanos como la capital extremeña y Bilbao hace entender al público que sus realidades pasadas están interconectadas: “Hay más conexiones de las que pensamos, más puntos en común que diferencias. Esta es la relación que se puede hacer”, apunta el experto. 

Lamenta que en Bizkaia no se hayan realizado hallazgos tan espectaculares hasta el momento, pero destaca que este era un territorio “plenamente conectado” con el resto del imperio que poseía Roma en aquel momento. Según él, así lo muestra el yacimiento de Forua: “Era un asentamiento comercial, muy bien comunicado con las vías de comercio de ese momento”, destaca Etor Tellería. 

Los Neandertales llegan a Bilbao

Te puede interesar:

La esfinge regresará a Mérida el próximo 30 abril y será reemplazada por otra, que traerá consigo una historia diferente. Ahora, el experto admite que el Museo todavía no ha previsto qué pieza invitada tomará el relevo a la escultura ni cuándo lo hará, aunque la pinacoteca sí prevé iniciar una exposición de producción propia sobre Neandertales. Se abrirá al público el próximo mes de junio y permanecerá en Arkeologia Museoa hasta enero de 2025. A lo largo de estos meses, descubrirá la huella de esta especie del género Homo en Euskal Herria con un objetivo: desvelar quiénes eran realmente los Neandertales. 

“Todavía estamos esbozando cuáles van a ser los contenidos y vamos a repasar un poco las últimas investigaciones que se han hecho en este ámbito”, apunta el arqueólogo. Estas estudian aspectos como la biología, la forma de vida, la evolución y las razones de la desaparición de esta especie, que continúa suscitando el interés de la comunidad científica de manera especial. “Las últimas están aportando datos muy interesantes”, lanza Tellería. Unos datos que rehusa compartir hasta que comience el recorrido por el mundo de los Neandertales.