Los atascos son la cruz con la que cargan los conductores vizcainos; uno de cada cuatro se ve atrapado en uno todos o casi todos los días. Están más que satisfechos con la limpieza, la seguridad o la señalización de las carreteras del territorio, pero las caravanas es lo que peor llevan. Eso sí, también reclaman medidas para terminar con las balsas de agua en algunos viales –sobre todo los de Ezkerraldea y el Txorierri– y arcenes más anchos.

La encuesta de 2023 en torno a la calidad de la red viaria que encarga todos los años el departamento foral de Infraestructuras y Desarrollo Territorial revela que, pese a que el cuidado mantenimiento, su apropiada concepción y el buen asfalto son los aspectos más positivos que los conductores destacan de las carreteras del territorio, el aspecto más negativo, para uno de cada cinco, son los atascos y el elevado tráfico que soportan algunas de ellas.

Y no es de extrañar, teniendo en cuenta que un 7,5% de los conductores se ve involucrado en un atasco todos los días y otro 18,5%, casi todos. Un porcentaje que, en el caso de los que se desplazan a diario por trabajo, se eleva a más de un tercio. Afortunadamente, si es que los afectados pudiesen hacer una lectura positiva de esa situación, la mayoría de ellos están considerados de baja intensidad, esto es, de menos de treinta minutos de duración: en el último mes, solo el 14,7% ha estado más de media hora retenido en una ratonera, mientras que en la mayoría de los casos (un 57,7%) la duración ha sido inferior.

Esos colapsos circulatorios afectan sobre todo a los conductores que viven en Uribe Kosta y Mungialdea (el 63,9% ha sufrido un atasco en el último mes), Busturialdea (61,7%), Ezkerraldea (61,4%) y Bilbao (61,1%). De hecho, los puntos de Bizkaia donde los conductores se encuentran más atascos cuando realizan sus desplazamientos en vehículos privados son el puente de Rontegi, La Avanzada y la AP-8 entre Donostia y Bilbao, por encima incluso de los accesos a la capital vizcaina, el Txorierri, la zona del Max Center o el entorno de los túneles de Malmasín. ¿Los que más libran? Los habitantes de Lea Artibai: apenas un tercio de ellos se ha visto atrapado en un embotellamiento en los últimos treinta días. Este es el primer aspecto que consideran los conductores que habría que mejorar en carreteras como La Avanzada y el Puente de Rontegi, pero también del corredor del Txorierri y la AP-8. La única en la que la principal queja no son los atascos es la N-634; en ella, el propio estado de la vía hace que se pida, sobre todo, asfaltar el firme para eliminar baches y ensanchar la calzada.

Por todo ello, muchos de ellos toman medidas antes de salir de casa para planificar una ruta alternativa que les evite las caravanas: cuatro de cada diez conductores –sobre todo los de Enkarterri y Ezkerraldea– se informan del estado de las carreteras antes de coger el coche, siendo internet (para un 46,8%) y la radio (un 42,1%) sus fuentes favoritas.

Necesidad del subfluvial

La construcción de una alternativa al puente de Rontegi, a través de un túnel bajo la ría que conectará Sestao con Getxo, se considera casi imprescindible. De hecho, los conductores valoran con un 7,89 sobre 10 que es totalmente necesaria.

Los que más la demandan son los vecinos de Ezkerraldea, donde esa necesidad se dispara hasta un 8,55, seguidos de los del Txorierri (7,92), Bilbao (7,65) y Uribe Kosta y Mungialdea (7,35). Y es que la inmensa mayoría de ellos, más de ocho de cada diez, cree que esta nueva carretera, cuyas obras está previsto que se inicien este mismo verano, contribuirá a aliviar el tráfico en el entorno. Eso sí, y he aquí una sorpresa, la mayoría de los conductores admite que no la usará: el 49,6% considera que no será usuario habitual, mientras que el 44,2% cree que no. Solo en Ezkerraldea son mayoría los que definitivamente circularán por ella para evitarse los atascos que se generan en el entorno del puente de Rontegi, que actualmente carece de alternativas reales para desplazarse entre ambas márgenes.

En la encuesta de satisfacción también se pregunta por otra de las infraestructuras que se construyeron en el territorio para aliviar los problemas de tráfico que se sufren en Ezkerraldea, la Variante Sur Metropolitana, más conocida como Supersur. La mayoría de los conductores, hasta un 64,75%, cree que su puesta en servicio ha contribuido a reducir la congestión viaria pero, curiosamente, los que más le reconocen esta contribución no son los vecinos de Ezkerraldea (en esta comarca se queda en un 67,9%), sino los de Enkarterri (hasta un 85%) y Txorierri (72%). Con todo, su necesidad se puntúa con una nota de 6,68 sobre 10 doce años después de su puesta en funcionamiento. Los diferentes aspectos de esta infraestructura viaria reciben también una valoración muy positiva entre los conductores –un 8,09 sobre 10 en seguridad, un 8,06 en amplitud de arcenes y carriles, un 8,01 en comodidad y rapidez, y un 7,69 en iluminación–, con un 6,86 como nota media. Entre los aspectos negativos, el principal es el precio del peaje, ya que consideran que debería ser gratuita.

Al detalle

Arcenes

Más anchos. Prácticamente todos los aspectos que pueden rodear a una carretera –desde la limpieza a las protecciones laterales o la iluminación, pasando por el efecto de los paneles anti-ruido o la existencia de curvas amplias– obtienen una puntuación de notable por parte de los conductores vizcainos. Todas excepto dos y una de ellas es la falta de arcenes anchos y adecuados: algo más de la mitad de los encuestados –un 51,6%– creen que la red viaria del territorio adolece de estos elementos. Sobre todo, los que viven en Durangaldea (solo creen que son adecuados y suficientemente anchos un 34%), Lea-Artibai (un 38,2%), Arratia-Amorebieta (un 42,9%) y Busturialdea (un 44,8%).

Balsas de agua

Lluvia. Otro de los ámbitos ante los que los conductores se muestran críticos con la red viaria del territorio son las balsas de agua que se forman en las calzadas, en especial los días de precipitaciones intensas: solo cuatro de cada seis creen que las calzadas están en buen estado para evitar estos peligrosos charcos. Los conductores que más las sufren son los de Ezkerraldea y Txorierri –el 64% en cada uno de los casos–, y Lea Artibai –con un 63%–. Solo en Nerbioi-Ibaizabal, y por los pelos –un 46%–, son menos críticos.

Bidesarea

Obras. Un 86,1% de los conductores no ha oído hablar del plan de actuaciones de la Diputación para mejorar las carreteras en todas las comarcas.