Media docena de pequeñajos saharauis se encuentra estos días en casa de familias getxotarras pasando el verano. “Disfrutándolo”, como matiza Julio San Román, de la asociación Getxo Pro-Sáhara, Atfal (que significa niños), la mano amiga aquí para las personas de allí: de los campamentos de refugiados de Tinduf. Esta agrupación nació hace más de 25 años y además de gestionar el programa de acogida, lleva a cabo otras acciones, como un proyecto en los centros de educación especial en los campamentos y también participa en la Caravana Vasca con el Sáhara.

“Llevábamos tres años sin traer a niños y éste han venido siete; estamos contentos porque siete puede parecer un número escaso, pero empezar a hacer una campaña después de tres años sin programa y que hayamos encontrado siete familias nos ha parecido positivo”, reflexiona Julio. Además, se muestra también optimista porque confía en que estos getxotarras sean de nuevo un hogar para los niños saharauis los próximos años. “Normalmente, vienen cuatro años seguidos con la misma familia: desde los 8 a los 12 años”, indica el integrante de Atfal. Los siete canijos que estarán hasta finales de agosto en la localidad cumplirán 9 añitos antes de que finalice este 2023. “Siempre hay familias que van a repetir con el mismo niño o niña. Entonces, inicias una campaña y consigues cinco familias nuevas y ya tienes diez, por ejemplo”, ilustra alegre Julio. Por eso, en anteriores ocasiones han llegado a contar con una quincena de recibimientos.

Vacaciones en paz es el nombre de esta iniciativa. Un respiro. Sonreír. Vivir. Disfrutar, como afirma Julio. En realidad, son tres los objetivos fundamentales de este proyecto de acogida en el que está implicado el Ayuntamiento de Getxo. Por un lado, está el componente vacacional en sí: “Se pretende realizar un programa que permita el máximo de diversión para los niños y niñas. En la mayoría de los casos, es la primera vez que tienen la posibilidad de salir de los campamentos de refugiados y refugiadas y, por lo tanto, de acercamiento a muchas realidades absolutamente desconocidas para ellos y ellas”, defiende el Consistorio. También está la faceta sanitaria: los niños son sometidos a revisiones médicas. Y, por otro lado, está la finalidad clave del programa: el conocimiento de la realidad saharaui: “Facilitar a la ciudadanía el máximo de información sobre la realidad del pueblo saharaui, su cultura, su religión y el motivo de su exilio, las condiciones en las que viven, las posibilidades de recuperar su territorio...”, señalan desde el Ayuntamiento.

En el seno de Atfal comparten y refuerzan este último propósito: “Ves a los críos por aquí y eso es muy impactante”, considera Julio. “La situación del pueblo saharaui no ha ido mejor. El trabajo allí está muy activo gracias a asociaciones, pero las decisiones del gobierno de España y de otras instituciones europeas y mundiales no ayudan. Todas decían en su día que el Sáhara Occidental tenía derecho a un referéndum para volver a su tierra y decidir si quería ser independiente y, cada vez, esos términos fueron matizándose y ninguna institución daba pasos en firme para abordar ese derecho. Había intereses sobre todo de Francia, que siempre se ha aliado del lado de Marruecos, y España al ser la potencia que la abandonó y la responsable, ha tomado últimamente decisiones de acercarse más a Marruecos. Eso evidentemente es en perjuicio de la causa y el pueblo saharaui”, comenta este miembro de Atfal.

La compleja realidad de los niños en los campamentos de Tinduf experimenta, por lo tanto, un paréntesis durante un par de meses. “Les llevamos a las citas médicas, al dentista y a ópticas. Medical Óptica atiende a todos los niños. También solemos hacer surf gracias a Peña Atxuri, en Sopela, que nos lo ofrece de manera gratuita. Hacemos excursiones: el 5 de agosto queremos ir al Karpin y a las cuevas de Pozalagua. Luego, organizamos un día del Sáhara en las fiestas de Algorta…. El Ayuntamiento de Getxo colabora en el proyecto y les da carnés para que vayan a la piscina de Fadura”, describe Julio, que junto a dos mujeres componen la junta directiva de Atfal. “Si se puede echar una mano, lo hacemos. Echas una mano y luego te la echan a ti”, destaca. Filosofía a exportar.