Ya han finalizado las obras de la nueva depuradora de aguas residuales de la localidad. Una actuación que ha supuesto una de las mayores inversiones de la administración local, concretamente 219.000 euros, de los cuales 160.000 han sido sufragados por la Diputación de Bizkaia, URA y el Gobierno vasco a través del programa Leader. “Una colaboración interinstitucional que ha permitido construir una infraestructura tan necesaria para este pequeño municipio”, destaca el alcalde de la localidad, Erramun Osa.
Para la ejecución de este proyecto han sido necesarios 18 meses de trabajo y la Administración local tuvo que adquirir un terreno de 2.000 metros cuadrados. Ha permanecido en periodo de pruebas durante varias semanas para comprobar que funciona correctamente. Esta nueva infraestructura depurará las aguas residuales de viviendas, restaurantes y casas rurales del casco urbano de Garai.
Fue hace 40 años cuando el Ayuntamiento de Garai y la Diputación construyeron una instalación para recoger y depurar las aguas residuales del casco urbano del municipio. “Desde entonces ha aumentado el número de familias que viven en el casco urbano, se han abierto dos alojamientos rurales y se ha incrementado la actividad de los establecimientos hosteleros. El resultado de todo ello es que la infraestructura construida hace cuarenta años ha quedado obsoleta e incluso se ha deteriorado”, explica Osa. Por ello, con el objetivo de solucionar esa situación, dar respuesta a las necesidades de los habitantes del núcleo urbano, evitar los vertidos y cumplir con la normativa vigente, el Ayuntamiento de Garai inició el procedimiento para construir una nueva depuradora.
Las obras comenzaron en noviembre de 2020. Durante todos estos meses, teniendo en cuenta las observaciones realizadas desde URA, Agencia Vasca del Agua, se ha redactado el proyecto definitivo de la nueva depuradora, se han obtenido las autorizaciones, se han solicitado las subvenciones pertinentes, se ha licitado la adjudicación de las obras y se ha procedido a recuperar y regenerar la zona afectada por los vertidos del antiguo pozo.
A partir de ahora, la nueva EDAR tratará adecuadamente los caudales recibidos hasta el punto que permita su devolución al río cumpliendo todos los criterios ambientales. La puesta en marcha de esta instalación garantizará el correcto tratamiento de las aguas residuales del centro del municipio, con la consiguiente mejora medioambiental de la cabecera de la regata existente en el barrio Oar.