El Girona tratará de pasar la página de la contundente derrota sufrida en la jornada anterior frente al Real Madrid (4-0) que supuso encadenar dos partidos sin firmar la victoria tras el empate a cero contra la Real Sociedad y descolgarse en la pugna por el liderato de LaLiga EA Sports. El duelo de mañana contra el Athletic en San Mamés podría significar el cambio de dinámica, si bien Míchel advierte que “será un partido difícil”. “El Athletic es un equipazo y el que más goles hace en casa. Tiene la mejor presión de la liga junto a la Real Sociedad”, alerta el entrenador del conjunto gerundense.

En este sentido, el técnico ensalza la actitud del equipo bilbaino, especialmente en su campo. “En San Mamés es un equipo muy agresivo y hace que tengas que estar defendiendo más de lo que queremos, hace que el contrario juegue más en campo propio. Roba muchos balones y los adversarios tenemos pocas ocasiones importantes. Juegan muy directo, pero en campo rival son capaces de someter al rival”, analiza.

Míchel no se reserva loas para el rival, que, dice, “puede hacernos daño porque su temporada está siendo top, pero la nuestra también”. “Es un equipazo y tiene un entrenador que es perfecto para ellos, por su experiencia, conocimiento del entorno y el club y hace que el jugador esté a un nivel muy alto”, detalla sobre las virtudes del Athletic.

Es por ello que el entrenador del Girona considera que la cita en La Catedral “es un reto muy bonito para nosotros”. “Estoy feliz porque el ambiente en San Mamés es top y me gusta jugar este tipo de partidos. Espero la presión y quiero que el equipo sea capaz de salir de esta presión y que el Athletic corra hacia atrás. Espero un partidazo”, anticipa Míchel, que sin embargo trata de restar presión a los suyos de cara al compromiso en Bilbao, aunque sí admite que “es importante” y que la tensión por tratar de permanecer en la zona alta de la clasificación es positiva. “No hay presión por ser un rival directo porque aún quedan muchos partidos. Tenemos una muy buena posición para ir a Europa, pero hay que seguir ganando. La presión por estar arriba es una muy buena para nosotros”, comenta.

Es más, Míchel reconoce que lograr una victoria en San Mamés sería consolidar el objetivo de obtener el billete para la próxima edición de la Champions League: “Si ganamos en San Mamés tenemos la sensación de que la Champions es el objetivo; serían 13 puntos de ventaja sobre el quinto clasificado y quiere decir que el equipo estaría más cerca de Champions”.

El preparador se muestra optimista y aunque contempla una posible derrota en Bilbao, se focaliza en el trabajo que está llevando a cabo la plantilla para trasladar sensaciones positivas. “Podemos perder, pero no pienso en eso. Que la gente esté acostumbrada a ver ganar a su equipo es bueno, porque lo estamos haciendo bien. No pienso en perder y sí en ganar. Seguro que desde fuera, si perdemos, dirán que el Girona se ha desinflado, pero me preocupa cero porque para mí lo más importante es el rendimiento y el día a día. El equipo ha hecho una gran semana de trabajo y tengo la sensación de que haremos un gran encuentro”, intuye.

En la misma línea, afirma que “llegamos bien al partido” en cuanto a efectivos. “El equipo ha tenido una buena semana. David López ha entrenado más o menos con normalidad, pero aún no llega al partido. Toni Villa tampoco. Yan Couto es baja por sanción y tenemos la duda de Daley Blind, que ha entrenado con menos ritmo que los demás y veremos. El resto, todos bien. Preparados”, desvela.