Castore, que comenzaría a operar en el Athletic de cara a la temporada 2023-24, se convertirá en la séptima marca que viste al club desde la conquista de los últimos títulos de Liga y Copa, en el arranque de los ochenta. Entonces, el equipo lucía el logo de Adidas en sus prendas y así fue de manera continuada hasta 1990, aunque más adelante habría otra etapa en que el gigante alemán volvería a Bilbao, justo coincidiendo con el cambio del siglo, entre 1999 y 2001.

En medio fue el turno de Kappa, marca italiana con sede en Turín, cuya relación comercial con el club abarcó casi en su totalidad los años noventa. En 2001 sería el turno de las prendas con la etiqueta “100% Athletic”. El club optó por fabricar su propio material y el criterio prevaleció hasta 2009. En esta etapa fue cuando se gestó la polémica por la camiseta ideada por el artista local Darío Urzay, que únicamente se utilizó en un amistoso celebrado durante la pretemporada de 2004. Y en 2008 apareció la publicidad en la camiseta por primera vez en la historia, si bien previamente en competición continental un acuerdo con las instituciones vascas permitió que en la pechera se imprimiese la palabra Euskadi.

Desde 2009 hasta 2013, la equipación corrió a cargo de Umbro, suplida por la de Nike hasta 2017. Apuntar como detalle que la firma americana Nike era dueña de la británica Umbro. Nike abonaba al Athletic 2,5 millones anuales, que subieron a 3,5 al hacerse cargo de esta parcela New Balance. Con Castore se registraría una corrección al alza que colocaría los ingresos de la entidad por este concepto en torno a los cinco millones en la mejor de las hipótesis. Se estima que hoy el Athletic figura entre los clubes que más dinero obtiene de la venta de ropa por detrás solamente de Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid. – J. L. Artetxe