En pleno ecuador de Aste Nagusia, las txosnas, epicentros de la fiesta por excelencia, se someten un año más a las inspecciones sanitarias pertinentes para corroborar que todo está en orden y asegurar que la salud de la ciudadanía bilbaina no está en riesgo. El jefe de seguridad alimentaria del Ayuntamiento de Bilbao, Jon Uribarri, se ha encargado personalmente de evaluar la txosna Trikimailu, la cual ha pasado la inspección sin ningún tipo de dificultad.

Todas las txosnas que alberga El Arenal pasan la inspección en base al cumplimiento de distintas medidas obligatorias tales como la limpieza, la temperatura o el etiquetado de los alimentos y la manipulación de los mismos, entre otros. En este caso, Uribarri ha corroborado que, efectivamente dicha txosna mantiene los alimentos a la temperatura ideal, tanto carnes como otros productos perecederos; y se ha encargado de revisar las superficies y las condiciones del establecimiento, verificando que "están impecables". Por otro lado, se ha comprobado que los alimentos de los cuales se abastece Trikimailu poseen etiquetas de empresas autorizadas, donde figuran tanto los ingredientes como la fecha de caducidad de los mismos, aspecto "fundamental" de cara a la seguridad de los consumidores, tal y como ha explicado el responsable.

En el caso de las superficies, por ejemplo, estas han de ser de fácil limpieza; así como el suelo, que además debe ser antideslizante. "En el caso de Trikimailu las zonas de manipulación, elaboración y almacenaje son superficies perfectamente higienizadas", ha asegurado el jefe de seguridad alimentaria. El responsable también ha reparado en detalles como que la txosna cuente con toma de agua caliente, imprescindible para llevar a cabo cualquier tipo de desinfección, e incluso lavavasos como los establecimientos de restauración. Continuando con la inspección, también ha comprobado que los contenedores estaban perfectamente diferenciados y con sus tapas correspondientes; así como que los comparseros cuenten con fregadero, jabón, papel y guantes; algo que, en palabras de Uribarri, "es todo un logro" teniendo en cuenta de que se trata de un establecimiento a pie de calle.

Trabajo previo

Durante la inspección, también ha estado presente el concejal del área de Salud y Consumo, Álvaro Pérez, quien ha afirmado que para que Aste Nagusia pueda considerarse "la mejor fiesta del mundo" es necesario realizar previamente un trabajo "muy difícil y colaborativo" desde antes del inicio de las fiestas. Igualmente, ha explicado que los técnicos del área encargados de velar por el cumplimiento de todas las medidas higiénico-sanitarias trabajan durante el propio montaje de las txosnas a fin de que los bilbainos puedan tener garantías de consumir en "lugares adecuados para ello".

Dentro de estas medidas ha resaltado la realización de cursos informativos y de manipulación de alimentos, implantados en Aste Nagusia desde hace seis años. "Ofrecemos estos cursos para que los comparseros conozcan cuáles son las formas de proceder de cara a una correcta manipulación de los alimentos, así como su consumo y un buen mantenimiento de las instalaciones", ha comentado el concejal del área, "además, como cada año, hemos desinfectado y desinsectizado no solo el recinto festivo, sino todo Bilbao".

La ciudadanía también poseerá herramientas de información. El concejal ha informado acerca de la existencia de dos espacios informativos respecto al consumo de alcohol y drogas. El puesto que centrará su actividad en el consumo de alcohol queda ubicado en la calle Ripa, junto al puente del ayuntamiento, así como el de drogas puede localizarse detrás del Teatro Arriaga. Ambos puntos informativos permanecerán abiertos de 00.00 a 03.30 de la mañana, para que cualquier persona pueda informarse acerca de los efectos del consumo de dichas sustancias.

Otro agente a combatir por el cual el concejal ha mostrado su preocupación son los puestos de comida callejera. "Quiero hacer un llamamiento a la ciudadanía de Bilbao para que no consuma en los puestos de comida callejera ya que no han pasado los controles pertinentes", ha alertado Pérez. Para acabar con ellos, según ha afirmado, es necesaria "la colaboración de todos", tanto de la ciudadanía como del Ayuntamiento, todo a fin de reducirlos y minimizar el riesgo que suponen para la salud de la ciudadanía.