El lehendakari, Iñigo Urkullu, afirmó ayer miércoles que “mientras exista pobreza, nuestro mundo no será un lugar justo en el que vivir”. “No lo será por una sencilla razón: no seremos iguales entre nosotras y nosotros”, subrayó, por lo que aseveró que las instituciones públicas tienen un deber “constante” de reducir la brecha de la desigualdad y seguir avanzando “hacia una sociedad más justa, con una igualdad real y efectiva entre todas las personas”.
Urkullu hizo estas manifestaciones durante su intervención, ayer miércoles tarde en Bizkaia Aretoa de Bilbao, junto con la consejera Nerea Melgosa, en la apertura del seminario Retos del Bienestar social en un nuevo modelo de sociedad, organizado por EAPN-ES (Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social).
Según indicó, el Gobierno vasco trabaja evaluando sus políticas con un “espíritu de mejora continua”. “Trabajamos incrementando nuestra inversión en las políticas sociales para la ciudadanía. Estamos avanzando”, describió.
En este sentido, resaltó que los indicadores de desigualdad social y percepción de pobreza muestran una evolución “favorable” de Euskadi estos últimos años. “La tasa de riesgo de pobreza se encuentra 6 puntos por debajo de la media europea; nos situamos entre los tres países de la Unión Europea con menor tasa de pobreza; un 92% de la población vasca vive ‘alejada de la pobreza; mejoramos la media europea; el riesgo de pobreza grave se ha reducido al 4,9%; y Euskadi ha pasado del décimo al noveno puesto en Europa en el Índice GINI”, resumió.
Para el jefe del Ejecutivo vasco, “este es el resultado de una acción concertada institucional y social, de una inversión continuada”, aunque ha advertido de que no se conforma y su deber es “no dejar a nadie atrás, construir una sociedad más justa”.
En este punto, destacó que en materia de solidaridad, igualdad y cohesión social “siempre hay margen de mejora”. “La sociedad vasca se transforma y para seguir avanzando en cohesión debemos seguir adaptando nuestras respuestas a las nuevas realidades. El sinhogarismo resulta de factores como la exclusión residencial o los flujos migratorios”, agregó.
Por ello, recordó que desde la cooperación público-social han puesto en marcha el programa Trapezistak y están construyendo la Estrategia contra la Exclusión Residencial Grave. “De igual modo, –prosiguió– la pobreza infantil resulta del impacto combinado del género, el origen y la edad. Su rostro es hoy el de una niña, niño o adolescente en una familia monomarental o migrante”.
Para responder, citó que se está concluyendo la Estrategia de Garantía Infantil de Euskadi alineada con la Garantía Infantil Europea. “La transición demográfica y social, la incorporación de personas migrantes, nos plantea el reto de avanzar en igualdad y cohesión en una sociedad vasca que es la más diversa de la historia”, concluyó.
Políticas de protección social
Por su parte, el presidente de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN), Carlos Susías, consideró que las políticas de protección social son iniciativas “de desarrollo económico, no son políticas que generen una carga”. La EAPN agrupa a 32 redes nacionales de países europeos y más de 18 entidades europeas que trabajan contra la pobreza y la exclusión social.
Susías sostuvo que hay que hacer “un esfuerzo de visibilidad de cómo estas políticas si consiguen la integración social y el desarrollo económico no son una carga”. “Es la mejor manera de poder mostrar a la ciudadanía cuál es un camino que incluye a todos y no va contra nadie”, añadió.