Un exagente de la Guardia Civil, de 54 años, que estuvo destinado en el municipio mallorquín de Inca, ha sido condenado este miércoles a 9 años y 8 meses de prisión por abusar sexualmente de un chico de 15 años y de otro de 17.

La Fiscalía solicitaba inicialmente que el hombre fuera condenado a penas que sumaban 29 años de prisión, si bien las partes han alcanzado un acuerdo de conformidad antes de comenzar el juicio por estos hechos en la Audiencia de Palma.

Sobre el guardia civil también pesaban las acusaciones de acoso sexual a uno de ellos por medio de una red social, inducción a la prostitución y captación de menores para elaborar pornografía infantil.

Los abusos ocurrieron hace dos años en el municipio de Inca, unos hechos por las que el por entonces guardia civil estuvo privado de libertad.

En septiembre de 2020, el acusado contacto con un chico que por entonces tenía 15 años a través de una aplicación empleada por lo general por personas gays, trans y bisexuales, para posteriormente continuar esa relación vía teléfono móvil.

Unos tres meses después de tener el primer contacto y a pesar de ya conocía que se trataba de un menor de edad, convenció al chico para verse en la estación de tren de Inca para mantener relaciones sexuales, por las que le daría un teléfono móvil de una determinada marca.

El día de la cita, llevó al menor en su coche a un lugar en el que mantuvieron relaciones sexuales, por las que a cambio entregó al chico 80 euros pero no el terminal que aseguró le daría si aceptaba seguir con los encuentros sexuales. Dado que el menor rechazó la propuesta, el procesado le entregó el teléfono móvil acordado, y finalizó así la relación entre los dos.

A raíz de la situación de desprotección que atravesaba el menor, fue ingresado en enero de 2021 en el Centro de Protección de Menores.

También en junio de 2020 y hasta un año después, el autor de los hechos utilizó la misma aplicación para contactar con un chico de 17 años con una deteriorada salud mental y que tenía reconocida su discapacidad.

Tras comentar al menor que trabajaba para la Guardia Civil, el procesado disuadió al chico para que entregará material fotográfico de contenido sexual, y posteriormente mantuvo con él relaciones sexuales, por las que a cambió le dio un anillo.

Los encuentros con este menor cesaron en abril de 2021 cuando se produjo la detención del acusado, a quien el registro efectuado en su domicilio ubicado en la casa-cuartel de la Guardia Civil de Inca se encontraron unos 49.000 archivos digitalizados conteniendo imágenes de menores de edad manteniendo relaciones sexuales con personas mayores.

Al ser detenido por la Policía Judicial de la Guardia Civil, los agentes le retiraron el arma reglamentaria y el caso fue tratado con hermetismo por la Comandancia de Baleares.

Por los dos delitos de abuso sexual a menores de edad, la Fiscalía solicitaba 10 años de prisión por cada uno de ellos, por acoso sexual en internet una pena de dos años, otros cuatro años de cárcel por inducir a un menor a prostituirse, y tres años más de reclusión por captar a un menor con la finalidad de crear pornografía infantil. El exguardia civil ha indemnizado a las dos víctimas con 10.000 euros a cada una.