OTABLE vendepeines supuestamente gastronómicos: Reciba mi más entusiástico apoyo a la decisión de subir el precio del rancho de su garito de 250 a 365 euros. Es más, tengo para mí que se ha quedado corto. Como ya explicaron los genios del humor y las finanzas Tip y Coll, es tontería cobrar un café a doscientas pesetas. Es mucho más hábil ponerlo a un millón, y así, con vender uno, haces el día y el mes. Y déjese de justificaciones. Al argumentar que quiere que sus currelas tengan condiciones laborales dignas, está reconociendo que ahora mismo los tiene en la precariedad más cruda. Ya digo. No se corte. Qué menos que mil euracos el cubierto. Hay esnobs tan tontos que estarían dispuestos a pagarlos y hasta presumirían de haberlo hecho.