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El ‘enfant terrible’ del ingenio

¿Quién empapela un coche de posits,sube un vehículo a la torre Iberdrola,cambia una estación de metro en unanoche y pone cascos al suburbano?

El ‘enfant terrible’ del ingenio

SE llama David Tazueco y aunque sus ideas acostumbran a dejar al personal epatado, él suele pasar inadvertido. Porque sus acciones, aplicadas al mundo de la publicidad y la comunicación, son verdaderos torpedos a la línea de flotación de la imaginación. Desde el estudio bilbaino DT Creativos, especializado en creatividad de campañas y marketing exterior, ha subido coches al helipuerto de la Torre Iberdrola, activado peces voladores en exposiciones y ha puesto Metro Bilbao patas arriba. Así, el pasado junio, la estación de Moyúa se transformó por arte de birli birloque en una galería de restaurantes, con motivo del World’s 50 Best Restaurants, considerado los Oscars de la gastronomía, lo que le ha valido un importante galardón.

Y es que DT Creativos ha sido una de las firmas más laureadas en los recientes Premios Anuaria y Letra 2018. El estudio bilbaino ha logrado cuatro galardones en las 25 categorías existentes y destaca el Letra de Oro a la mejor cobertura de un evento por el innovador proyecto del metro. “Para mí, el premio de trabajar cambiando una estación en solo una noche fue el momento de ver la reacción de la gente cuando a las seis de la mañana bajaron la primeras personas de los vagones. Eso mola mucho”, explica divertido. Publicitar los MTV con unos grandes cascos inalámbricos sobre el fosterito de Sabino Arana, o colocar seis enormes altavoces en el hall de la estación de San Mamés son otras de sus marcianadas.

En una lista infinita de propuestas rompedoras, cuesta resaltar un solo trabajo. “Pero fue un hito cuando subimos un coche al helipuerto de la Torre Iberdrola o la primera cabalgata de Reyes”. Ahora trabajan en el lanzamiento de un vino argentino de altura con una impactante presentación como una botella de oxígeno con una mochila para la ocasión. El reto es posicionar este producto en el mercado y los desafíos le ponen. “Intento llevar los proyectos que me gustan y me tiene que convencer lo que me vendes. Además debes darme algo que sea un reto porque lo fácil lo hace todo el mundo”, dice apostando por la motivación. Rebosante de pasión en todo lo que hace, afirma provocador que “esto no es un curro, esto es un hobby que nos paga la fiesta a todos”, asegura en alusión a las quince personas de su equipo.

En un taller que es como un parque temático también muestra otra de sus novedosas ideas para el congreso de cambio climático que se celebrará en Donostia con una campaña esquizofrénica con unos polos de sabores que se reparten en bolsas isotérmicas y carritos del helado, pero que solo contienen ponencias. Aunque se define un friki de la creatividad, ha colaborado para Ikerbasque (con innovadoras felicitaciones con polímeros superabsorbentes) y trabaja con Petronor. “Estamos todo el día buscando acciones llamativas, como el del surtidor de gasolina que echa cerveza y por el que también hemos recibido un premio”, resalta.

Bilbaino hasta la médula también patentó el vaso de txikito y ha sido cocinero antes que fraile. Por eso, aunque lleva catorce años con su propia empresa, ha hecho de casi todo. “A mí que alguien me proponga algo moderno, atrevido y disruptor y me lo deje hacer, me parece increíble”, afirma en alusión a algunas instituciones que no les importa arriesgar y le han permitido poner en marcha sus locas ideas y cacharros.