Janire planta cara a Trump
Mantequilla de cacahuete, marshmallows o twinkies... entrar en la tienda de Janire es saborear un mundo yanqui que ni Trump puede frenar con su subida de aranceles
DULCES, esponjosos, cremosos... La cultura popular estadounidense no se entiende sin bizcochitos como los twinkies. Un amor al que también cayó rendida Janire Chaparro en un viaje a Estados Unidos. “Los probé después de un montón de horas de vuelo y retrasos, y nos acompañaron a mi marido Rafa -el culpable de todo- y a mí, durante veintitantos días”. En el avión de vuelta ya pensó en dejar su oficio de peluquera para montar Tuinkis, el único american market de Euskadi, y rendir así un tributo al dulce más conocido en USA. Porque Tuinkis ha traído a Bilbao todo el sabor de los productos yanquis más icónicos, desde los cereales de las pelis, hasta las salsas más atrevidas del planeta, pasando por las chocolatinas favoritas de algunos personajes de la tele, o la archifamosa mantequilla de cacahuete.
“Para mí, hay tres sabores que definen Estados Unidos, el picante, la canela y la mantequilla de cacahuete”. Y en Tuinkis se encuentran los tres y en buena cantidad. Tienen hasta chicles de canela, gominolas picantes y caramelos de mantequilla de cacahuete. Todos ellos productos de importación con los que Janire se ha hecho en estos tres años una carrera de comercio internacional. Porque la guerra de aranceles de Donald Trump con un listado inmenso de productos ha afectado mucho al negocio de Janire. “Me ha subido un montón de cosas, todas las mantequillas de cacahuete, los cereales... y yo no puedo asumir un 150% de subida de aranceles. Por eso he dejado de vender algunas cosas”, se queja.
Además de dulces, atesora un surtido enorme de salsas. “Tenemos algunas de las salsas más picantes del mundo con las guindillas más fuertes, y es uno de los productos estrellas”. Salsas gourmet de Heinz, o salsas de Jack Daniels ahumadas con mezquite, y por supuesto las megapicantes Hellfire, con pimiento habanero. “Y eso que solo traemos picante natural, nada químico”. “Tenemos las patatas fritas más potentes que existen, las Flamin hot, bañadas en polvo de tabasco. Son las que más se venden junto con las patatas de pepinillo y eneldo”.
Las ediciones limitadas son su especialidad. “En USA sacan ediciones limitadas cada dos o tres meses para testar lo que gusta y las que más se venden las dejan como edición regular. En Pringles hemos llegado a tener 16 sabores distintos, cuando aquí solo hay tres. En las galletas Oreo ahora tenemos dos series limitadas, la de tarta de manzana y la de rocky road, una especie de nutella con avellanas y con galleta con marshmallows, las nubecitas que les vemos quemar en las hogueras”, explica. Los cereales son un éxito. “Hay una amama adorable que siempre compra aquí sus cereales favoritos. Estos días ha agotado las últimas cajas porque se marchaba a pasar las Navidades fuera. Gustan mucho los que son con mantequilla de cacahuete, una mezcla entre dulce y salado”, describe.
Un increíble mundo de sabores en el que sucumbir con cientos de dulces celebrities como las chocolatinas Reese’s, los caramelos de Charlie y la fábrica de Cholocolate, las barritas Babyruth de los Goonies, o las Charleston Chew conocidas por la serie Futurama, y por supuesto todo el merchandising de Harry Potter.
Más en Vivir
-
'El Conquis': Marcela se convierte en la sexta mujer de la historia del programa en ser Conquistadora
-
"Las operaciones de amígdalas o de vegetaciones a veces son necesarias para evitar repercusiones posteriores"
-
Eusebio Poncela, un maestro al servicio de la buena interpretación
-
“Hay muchas preguntas que las embarazadas por vengüenza no hacen”