Ala hora de declinar su proyecto SUV Volvo ha aplicado la regla de tres, de la que sale el XC40. Esta tercera candidatura modera proporciones, aspiraciones y precio a fin de cautivar a la clientela de clase media con gustos refinados. Ocupa 4,425 metros de largo y despliega su tarifa oficial entre 30.950 y 49.850 euros -el umbral económico de acceso baja de 27.000 euros gracias al descuento por financiación-, por lo que es más manejable y asequible que sus hermanos XC60 y XC90. La gama queda conformada por mecánicas diésel y gasolina entre 150 y 247 CV, no todas disponibles en el lanzamiento, asociadas a tracción delantera y/o integral. El diseño, las dotaciones y los acabados del XC40 responden al más puro estilo de la marca escandinava.
Con su nueva creación Volvo practica el ya clásico recurso de ampliar el menú sin modificar la receta original, que consiste en mantener los mismos ingredientes aunque alterando las proporciones. De este modo, el corpulento y superdotado XC90 ha servido de base a la reedición del XC60. Y ambos son los inspiradores del actual XC40, una alterativa de dimensiones más ajustadas que no renuncia a buena parte de las sofisticaciones tecnológicas y de bienestar de sus mayores. Así pues, por tamaño, facultades e importe, el recién llegado se amolda a la perfección a las cualidades que demanda una parte cada vez más importante de la clientela.
En plena efervescencia de la moda SUV y con un sector del público paulatinamente sensible a los mensajes de las marcas de calidad, el XC40 encuentra buenas perspectivas comerciales. De hecho, Volvo aspira a vender más de diez mil ejemplares por año. No se lo pondrá fácil la competencia, que lo hará tropezar con poderosos rivales: los Audi Q2 y Q3, los BMW X1 y X2, el Infiniti QX30, el Jaguar E-Pace, el Land Rover Evoque, el Lexus NX, el Mercedes-Benz GLA, los Volkswagen T-Roc y Tiguan, etc. Esta nómina de contendientes describe perfectamente el nicho del mercado al que apunta la casa sueca. Es un escenario en el que a los productos de marcas Premium se suman destacadas creaciones obra de marcas generalistas: Peugeot 3008, SEAT Ateca, Hyundai Tucson, Kia Sportage, etc.
Si bien se alza sobre una plataforma diferente a la empleada por los otros dos SUV de la familia, el XC40 comparte con ellos las líneas maestras del diseño Volvo. El parentesco resulta evidente, tanto al contemplarlo a media distancia como instalados a bordo.
La perspectiva frontal no deja lugar a dudas sobre el origen de este modelo, cuyo único rasgo particular, quizá controvertido, es la solución estética adoptada en los flancos traseros. La línea de cintura dibuja allí un brusco quiebro para dibujar un escalón que deja un zaga robusta pero no demasiado fluida, un poco al estilo Jeep. Ese diseño de popa, que no favorece demasiado la visión posterior, depara un cofre de carga bastante correcto (460 litros).
La cabina aparece ambientada con la pulcritud y el esmero propios de las demás creaciones de la firma. Acoge con holgura a cuatro adultos de relativa corpulencia, por lo que satisface perfectamente las necesidades de transporte de cualquier familia media. Está confeccionada con materiales de calidad perfectamente ensamblados, por lo que el conjunto transmite una agradable sensación de empaque. A ello contribuye la elegante y funcional configuración del puesto de mandos; va presidido por una consola central con una gran pantalla táctil de tipo tableta que permite gestionar las principales funciones del vehículo.
Volvo ofrece la posibilidad de elegir para el XC40 una combinación bicolor de pintura que aporta un toque extra de desenfado. Pone a disposición del modelo los mismos asistentes de conducción presentes en sus hermanos.
Además de las dotaciones correspondientes a las cuatro terminaciones sugeridas, el nuevo candidato cuenta con elementos como el sistema de frenada autónoma de emergencia City Safety (reconoce peatones y animales) y con el Pilot Assist, que coordina el programador activo de velocidad con el dispositivo de vigilancia de la trayectoria en el carril. Equipa también el sistema Run-off Road para detectar posibles salidas de la calzada, momento en el que tensa los cinturones delanteros y activa un dispositivo en la banqueta que amortigua impactos en la columna vertebral.
El XC40 oferta, asimismo, un conjunto de cuatro cámaras perimetrales, cuyas señales permiten confeccionar una imagen virtual del coche y su contorno muy útil al maniobrar. El nuevo SUV urbano de Volvo incluye, además, una plataforma de carga de móviles por inducción en su consola.