EL nuevo estandarte de Hyundai se llama IONIQ. Esta berlina de porte amable y talla respetable -alcanza cuatro metros y medio de eslora- plasma a la perfección la notable progresión tecnológica y reputacional de la firma surcoreana. El IONIQ es un lúcido intento de ésta por acercar al gran público el último grito en sistemas de impulsión sostenibles. En un par de semanas debutarán las variantes híbrida y eléctrica del modelo. La primera, disponible a partir de 23.900 euros, rinde 141 CV y asegura conformarse con 3,4 litros de gasolina; la de propulsión exclusivamente eléctrica promete cubrir hasta 280 kilómetros con un coste en energía inferior a cinco euros. Entrado 2017 llegará al mercado la variante híbrida enchufable, algo más solvente (155 CV) y capaz de rodar hasta 50 km en modo eléctrico.

La inminente creación de Hyundai va dirigida a esa parte de la clientela potencial de automóviles híbridos y/o eléctricos para quienes la estética es casi tan importante como la sostenibilidad. A diferencia de algunos de sus competidores, el IONIQ no se empeña en resaltar el carácter innovador de su ingeniería por medio de una estética especialmente singular. En este caso, la tecnología de vanguardia es perfectamente compatible con un agraciado diseño contemporáneo y con un manejo semejante al de un coche convencional.

Dicho de otro modo, lejos de ser un escollo, la imagen suma puntos a la nota general de un coche que reviste interés para un amplio espectro de usuarios. El horizonte comercial es más amplio en el caso de la variante con propulsión mixta, carente de las limitaciones de utilización que todavía padecen los eléctricos. En todo caso, el IONIQ no solo entra bien por los ojos, sino que se adapta perfectamente a las necesidades de transporte de cualquier familia. Los 4,45 metros de su esbelta carrocería de cinco puertas permiten habilitar una cabina lo suficientemente amplia y acogedora como para que en ella se acomoden cinco personas con equipaje (la versión eléctrica cede casi cien de los 443 litros del maletero a la batería). Hyundai ha esmerado la puesta en escena y las dotaciones de este producto estratégico, ordenándolas en tres niveles.

La propuesta híbrida se reconoce a primera vista por una elegante parrilla frontal compuesta de lamas metálicas horizontales. La eléctrica enmascara su semblante con un panel de material plástico, consiguiendo así un efecto bastante menos sugestivo. Pero la diferencia esencial, la que late bajo el capó, es la modalidad de propulsión. Una emplea un sistema que coordina el trabajo de un motor de gasolina (cuatro cilindros 1.6 de 105 CV) y de otro eléctrico (43,5 CV) alimentado por una batería de polímero de iones de litio. Este bloque mixto, idéntico al que instala su primo el Kia Niro, procura un rendimiento final de 141 caballos; va asociado a caja automática de doble embrague con seis relaciones, que ofrece modos normal D y sport.

Acredita una velocidad punta de 185 km/h y un poder para progresar de 0 a 100 en 10,8 segundos. Puede rodar brevemente en modo exclusivamente eléctrico a un máximo teórico de 120 km/h. Homologa un promedio ideal de gasto de 3,4 litros, lo que genera unas emisiones de dióxido de carbono de al menos 79 g/km. La contención en los costes de utilización permite amortizar con relativa celeridad el desembolso necesario para adquirir el vehículo, que en el caso del IONIQ híbrido oscila entre los 23.900 euros de la variante más sencilla y los 29.900 de la mejor pertrechada.

La otra alternativa del modelo es puramente eléctrica. La impulsa un motor con una potencia equivalente a 120 CV, nutrido por una batería de litio de 28kWh. El fabricante sugiere que la autonomía máxima puede rondar los 280 kilómetros. Al coste actual de la energía, este hipotético recorrido supondría un gasto inferior a cinco euros. El comportamiento dinámico se caracteriza más por el brío -acelera hasta 100 km/h en 9,9 segundos- que por una velocidad punta elevada (165 km/h). La recarga completa de la batería requiere cuatro horas y media de conexión a un red doméstica; dicha espera se reduce a 23 minutos en una toma de alta capacidad. La tarifa del Hyundai IONIQ eléctrico arranca en 34.500 euros y culmina cinco mil más arriba.