Kia emprenderá en septiembre el lanzamiento del Niro, un nuevo producto dispuesto a revolucionar el mercado de los crossover de proporciones concisas. El debutante se destaca del nutrido pelotón de competidores por adoptar un sistema de impulsión híbrida. El pionero en incorporar esta tecnología en la categoría de los SUV compactos avala la sostenibilidad de su motorización con brillantes datos de homologación: gasta un mínimo de 3,8 litros a los cien y emite de 88 g/km en adelante de CO2. Coqueto, acogedor y capaz, el Niro suma a sus méritos un interesante precio -desde 19.985 euros, sin contar un posible Plan Pive- y los habituales siete años de garantía.
La marca adscrita al grupo Hyundai realiza con este vehículo una arriesgada apuesta tecnológica. Con ella deja atrás a sus colegas europeos y japoneses, pero se obliga a hacer pedagogía entre el público. Todo porque el Niro va a montar, única y exclusivamente, propulsión mixta. De hecho, el modelo pertenece a una generación de productos del consorcio surcoreano concebidos específicamente para funcionar con motorización híbrida. En este caso se opta por la combinación de una mecánica 1.6 GDI de inyección directa de gasolina y un motor eléctrico de 32 kW vinculado a una batería de iones de polímero de litio. Esta asociación alcanza un rendimiento conjunto de 141 CV. Dicha potencia es remitida a las ruedas delanteras (no se contempla la posibilidad de tracción 4x4) por medio de una transmisión automática de seis velocidades con doble embrague. El Niro viene a abrir mercados, no solo por su modo de impulsión, sino también por sus proporciones algo más escuetas que las del Sportage. Su envoltorio, esculpido siguiendo el ya reconocible patrón de estilo de Kia, mide 4,35 metros de largo, 1,80 de ancho y 1,53 de alto; también reduce en 12 milímetros la distancia al suelo (14,8 cm.). Es, por tanto, 13 centímetros más corto, 5 más estrecho y 10 más bajo que el superventas de la familia. A pesar de ello cuenta con tres centímetros más de distancia entre ejes (2,70 metros frente a los 2,67 del Sportage), amplitud que procura una estimable habitabilidad a la cabina. En ella encuentran acomodo cuatro adultos relativamente corpulentos. Destaca sobre todo el confort de las holgadas plazas traseras, que ofrecen más altura libre y mayor espacio para las piernas que las de casi todos los rivales. La zaga contiene un cofre de carga de proporciones regulares al que la presencia del acumulador eléctrico, situado bajo el asiento posterior, apenas resta capacidad (421 litros).
La naturaleza híbrida de su conjunto motriz podría pasar desapercibida para el usuario medio. Nada en su comportamiento cotidiano evidencia tal condición. El Niro se conduce y reacciona como un turismo cualquiera con motor de explosión. Sus dos propulsores, el térmico y el eléctrico, se relevan y apoyan mutuamente para garantizar un agradable avance. El conjunto se despereza con razonable agilidad cuando el conductor hunde el acelerador, algo a lo que contribuye decisivamente la aportación de la caja automática de doble embrague con mando secuencial.
El cambio más importante inherente a la condición híbrida del debutante es un menor número de visitas a la gasolinera. A poco que sus propietarios aprovechen el potencial ahorrador del bloque mestizo, saldrán beneficiados tanto su bolsillo como el medioambiente.
Kia adjudica al Niro tres niveles de acabado. El básico Concept contempla todas las dotaciones habituales en los automóviles modernos de gama media y algunas no tan frecuentes. Entre los elementos asiduos figuran asistencias electrónicas a la conducción (controles de estabilidad, tracción, dirección, frenada, etc.), siete airbags, neumáticos 205/60 calzados en llantas de aleación de 16”, equipo de sonido con pantalla LCD de 5” con Bluetooth, cuatro elevalunas eléctricos, sensor de lluvia y luces, etc. Además, incluye de fábrica climatizador, control-limitador de velocidad, sistema de asistencia de trayectoria en el carril y luces diurnas y ópticas traseras LED.
La definición intermedia Drive agrega a este bagaje retrovisores exteriores con plegado y regulación eléctrica, barras de techo, navegador compatible con Android y servicios TomTom, cámara de ayuda al estacionamiento y sensores de aparcamiento trasero. Ofrece, por 800 euros adicionales, un pack de asistencia a la conducción que incluye dispositivo de frenado autónomo de emergencia para evitar colisiones frontales, control de crucero adaptativo y panel de instrumentos de 4,2 pulgadas.
La ejecución más suntuosa es la Emotion, que trae de fábrica estos últimos recursos, además de llantas de aluminio de 18 pulgadas, proyectores bi-xenón, pedales de aluminio, equipos de navegación y sonido superiores, tapicería de tela y piel, cargador inalámbrico de teléfono móvil, arranque por botón y llave inteligente.
L a agresiva política comercial de la marca surcoreana contempla un descuento lineal y una subvención por financiación que atenúan la tarifa final del Niro. Compaginando uno y otra, la versión más asequible se puede conseguir por 19.985 euros; la intermedia sale por 21.385 y la tope de gama alcanza 24.385 euros. Dichos importes podrían reducirse aún más en caso de prorrogarse el Plan Pive.