bilbao - Sabe hasta dónde puede contar de una historia que esté escribiendo, imposible someter a Marta Sánchez a un tercer grado para que desvele cómo se van a desarrollar las tramas de Allí abajo; tampoco aclara si la tensión sexual no resuelta en la primera temporada entre Iñaki y Carmen va a tener final feliz o si esta relación acabará como el rosario de la aurora. Lleva mucho tiempo como guionista y está satisfecha porque actualmente se reconoce la labor de un gremio que siempre ha sido invisible, aunque en sus manos pueda estar el éxito de una serie, una película o una obra de teatro.
Da la sensación de que los guionistas son la parte invisible de la historia que se ve en cine o televisión.
-Afortunadamente esa sensación ha ido cambiando con el tiempo. Cuando empecé en 7 vidas, hace más de quince años, la figura del guionista no la conocía nadie, estábamos muy en la trastienda. Puedo contar hasta anécdotas que dan una idea de lo anónimos que éramos.
Pues cuente alguna.
-Una vez cogí un taxi para ir a Globomedia, la productora de 7 vidas, y en la conversación salió que yo trabajaba en la serie. El taxista dijo: “Vaya, es la serie de Emilio Aragón, es él el que escribe todo, ¿no?” Ha pasado el tiempo y se habla más de nosotros.
Del trabajo de los guionistas depende casi siempre el éxito o el fracaso de una serie. ¿Está de acuerdo con esta afirmación?
-Unos malos actores y una buena historia pueden llegar a tener éxito; una mala historia y unos buenos actores lo van a tener difícil. Siempre tiene que haber una buena historia y si los actores son buenos, el éxito tiene más garantías. Lo importante es una narración interesante y que esté bien escrita.
¿Ha cambiado mucho la forma de escribir para televisión?
-Puedo hablar de mi experiencia en comedia. Cuando empezamos con este género, en la televisión española había pocos escritores de comedia, estábamos con la mirada puesta siempre en EE.UU., en la sitcom clásica americana. Hemos importado su forma de escribir. Antiguamente era un trabajo más solitario, menos de equipo y ahora ha cambiado la forma de trabajar.
Trabaja en una de las series de mayor éxito, ‘Allí abajo’. ¿Esperaban los resultados que obtuvo en la primera temporada?
-No tanto. Antena 3 sí vio claro que podía ser un éxito -sobre todo teniendo en cuenta los resultados obtenidos por Ocho apellidos vascos- y tiró adelante con la serie. Pero al principio del primer capítulo la respuesta en redes sociales no era tan buena.
Fue uno de los estrenos más vistos y con resultados históricos. ¿Qué se decía en las redes sociales?
-Los tuit que llegaban al principio eran casi todos negativos: esto va a ser una copia de Ocho apellidos vascos, yo ya he visto la película para qué voy a ver la serie? Todos eran más o menos de este estilo.
Para poner los pelos de punta, ¿no?
-Según transcurría el capítulo, los comentarios se iban volviendo más positivos. Al final se enganchó la gente. Creo que se dieron cuenta de que era una historia totalmente distinta. Aprovecho para decir que la serie se pensó antes que la película.
¿Qué pasa la próxima temporada?
-Muchísimas cosas,? pero los guionistas guardamos el secreto. Va a tener mucha más comedia. Queremos que el tono sea lo más realista posible pero en clave comedia. Carmen va a subir al norte y entrará por la puerta grande en Donostia, en plena Tamborrada.
Iñaki (Jon Plazaola) estaba al principio muy desubicado en Sevilla. ¿Lo va a estar Carmen en Euskadi?
-Lo dejamos ahí, va a haber cosas muy chulas. Aparecerá otro personaje, el padre de Carmen. Si la madre de Iñaki (Ane Gabarain) es de aquella manera, el padre de ella no se queda atrás. Va a ser clave en esta segunda temporada.
¿Suele viajar a las grabaciones?
-Los guionistas pocas veces vamos, nos quedamos encerrados en la cueva escribiendo. He visto escenas de lo grabado en Euskadi y está espectacular. Yo trabajo a distancia, desde Palma de Mallorca.
¿Cuántas temporadas van a mantener la tensión sexual entre Iñaki y Carmen?
-No podemos luchar contracorriente. Iñaki y Carmen se quieren, y si lo mantenemos mucho tiempo y hacemos que parezcan tontos, tampoco sería natural. Vamos a ver dónde nos lleva esta pareja. También hay más conflictos en el entorno; están las familias de ambos y los amigos.
¿Qué es lo más complicado de una historia?
-Mantener una tensión sexual no resuelta entre dos personas que se quieren y están en plenas facultades mentales.
¿Están los guionistas tan mal pagados como dicen?
-Con la crisis hubo bastante bajón en cuanto a trabajo y sueldos. Pero ahora parece que empezamos a remontar también en materia económica. Eso sí, que no se nos compare con los guionistas americanos.
¿Tan por encima están?
-Nos queda muchísimo para llegar a donde están ellos, los guionistas americanos tienen representante. Pídele tú a alguien que te represente aquí, imposible, te mirarían raro y se morirían de risa.
¿Cómo llegó al mundo del guión?
-Hice Periodismo y estuve en Lo + Plus. Allí me enteré de que pedían guionistas para 7 vidas. Yo veía Friends, me encantaba, y pensé que podía ser una buena opción; me presenté y me cogieron. Desde entonces no he soltado el guión.
¿Cuántos folios van a papelera?
-Muchísimos, tenemos la nevera llena de bichos muertos. Tiramos muchos folios porque el trabajo del guionista no es escribir, es reescribir.
¿No resulta frustrante reescribir continuamente?
-No te puedes quedar en la primera idea por muy enamorado que estés de ella, siempre va a haber una idea mejor si das una vuelta a la primera, y así continuamente.