Bilbao - “Mi hijo me dijo que esto que hago lo conocen cuatro y lo tienen que conocer más”. Esto que hace son los pintxos, arte, el de la cocina en miniatura, de la que se declara admirador confeso. No por nada, Gerardo Maza, ertzaina de profesión, ha desarrollado, a base de pasión desbordante, una habilidad extrema. Tanto que posee un blog, cocinaconnervio.com, que diseñó su hijo y es seguido en 42 países. Gerardo idea el pintxo, lo cocina, lo fotografía y lo cuelga en la red. Le siguen desde lugares remotos como Sri Lanka o Abu Dabi y cuenta con el apoyo de Embutidos Ríos, La Despensa del Gourmet, Beren Beregi y Savile Code, suministradores de sus sueños.
¿Dónde y cuando la nace la afición?
-De siempre. Uno ve cocinar a la ama, a la etxekoandre, y le queda algo de eso. Y luego, claro, me gusta comer bien y tengo curiosidad y pasión por las cosas. Le confesaré algo...
¡Desembuche!
-Quería aprender a pescar con mosca y como no tenía con quién monté una sociedad de pesca con un amigo para que alguien me enseñase a hacerlo. Hoy en día elaboro mis propios moscas.
¿Qué recompensa le aporta una afición que le cuesta dinero?
-La cocina y el ertzaina se parecen en algo: la sonrisa del otro paga cualquier esfuerzo que uno haga.
Ilústreme con un ejemplo.
-He visto a un hombre hecho y derecho llorar como un niño con un cocido mío porque le recordaba a los guisos de su madre.
Así que cocina para ganarse el corazón por el estómago...
-El que cocina es el que une a las personas. ¿No hacemos algo así en Navidad...? Arzak me escribió una dedicatoria que no olvido: La cocina es amistad.
¿De dónde le vino la predilección por el pintxo y la pasión que desata su blog?
-El secreto de un tres estrellas Michelin está en condensar cinco o seis sabores diferentes en un pequeño bocado.
¿Y el blog?
-Lo diseñó mi hijo, informático. Poco a poco fui metiéndome y publiqué dos libros en el Google Store, Pintxos y tapas 1 y 2. Las visitas comenzaron a dispararse con la primera edición.
¿Recuerda su primer pintxo?
-¡Uhhm...! Deje que piense. Sí. Un milhojas de bacalao y pisto bañado con un pilpil.
Provoquemos: ¿las barras de Bilbao o las de Donostia?
-Siempre voy a defender lo de casa, por mucho que Donostia vaya un par de metros por delante. Tienen siete u ocho bares que son referencia estatal, pero también conozco bares de Valladolid o de Barcelona que no tienen nada que envidiar. Y Bizkaia siempre está en las finales.
En la televisión parecen estrellas el rock...
-Claro, uno ve MasterChef y programas similares... Pero ahí no aparecen las diez horas en la cocina quemándote, cortándote con los cuchillos, sudando como un cerdo...
¿Alguna distinción sorprendente, algún curso inolvidable?
-Gané el premio al mejor pintxo de la revista ¡Hola! y no me olvido de los dos cursos que hice en la Escuela de Hostelería de Artxanda. Tenía 40 años y era el más viejo.
autor del blog ‘cocinaconnervio.com’