“Viajar sin adversidad son unas vacaciones, no una aventura”
Gotzon Mantuliz (Getxo, 1988), ganador de la quinta edición de ‘El conquistador’, participa en el ‘reality’ desde Patagonia, ensayando las pruebas de los concursantes
Bilbao - Siempre se ha considerado un aventurero, pero desde que ganase la quinta edición de El Conquistador del fin del mundo, a Gotzon Mantuliz se le han abierto numerosas puertas profesionales: ha trabajado como modelo, ha escrito un libro, Diario de un conquistador, y ahora participa en el debate del programa de ETB-2.
¿Son tan duros los juegos del ‘reality’ como parecen?
-Las pruebas que se realizan generalmente son bastante exigentes físicamente. Hay algunas de resistencia, otras de habilidad, velocidad, fuerza, algunas que combinan varias de estas características... Pero lo que hace que aún sean más duras es el desgaste físico que se va acumulando durante el programa. Son muchos días pasando frío, durmiendo en el suelo a la intemperie y comiendo muy poco. Esto hace que para afrontar algunas de estas pruebas, y sobre todo finalizarlas, se necesite un esfuerzo titánico.
¿Volvería como concursante al programa?
-Guardo muy buen recuerdo y fue una gran experiencia personal, me sirvió para conocerme mejor y darme cuenta de que nuestros límites están mucho más lejos de lo que creemos, pero creo que es algo que es mejor hacer una vez en la vida. Las cosas que nos suceden una segunda vez nunca son como la primera, y no quiero que mis recuerdos de esta aventura sean diferentes a los que tengo ahora.
¿Qué cree que es lo que engancha tanto a la audiencia al ‘reality’?
-Es un reality único. Se graba en una de las zonas más espectaculares y duras del planeta y se montan una pruebas impresionantes. Creo que eso es lo que atrae al espectador. Y lo que le engancha es que todo es real, no hay un guion ni se les da comida a los concursantes cuando se apagan las cámaras. Es mucho más duro de lo que parece por televisión. A la gente también le interesa ver cómo reaccionan los concursantes cuando se están en esas condiciones tan duras y cuando están al borde de sus límites.
¿Hay que estar tan en forma para tener posibilidades de ganar?
-Cuanto más en forma estés, más posibilidades tendrás de llegar hasta al final, pero no creo que sea lo más importante. Es una experiencia muy dura en la que la cabeza es fundamental. La aventura se hace eterna y es muy dura, hay muchos momentos en los que te puedes plantear abandonar y es muy importante ser fuerte de mente. Ya ha pasado en muchas ocasiones que alguno de los más completos y mejor preparados físicamente, abandonan porque no aguantan más. Lo bueno de este programa es que cualquiera, independientemente de sus cualidades físicas, puede participar y hay muchas formas de ir avanzando: estrategia, afinidad, astucia, resistencia..., siempre y cuando tengan ganas de luchar y no tirar la toalla pase lo que pase.
¿Qué le aporta la aventura?
-Desde que era bastante joven tenía claro lo que me gustaba: viajar, conocer nuevas culturas, la naturaleza, los animales? y creo que la mejor forma de hacerlo es pringarse, empaparse, vivir sucesos inesperados e incluso con cierto peligro. Porque un viaje sin adversidades son unas vacaciones, no una aventura. A mí es lo que realmente me llena, lo que me hace aprender y lo que me hace feliz.
¿Le cambió ganar el concurso?
-El hecho de ganarlo no, pero quizás sí la experiencia. Nunca antes, hasta ese momento, había vivido algo tan intenso ni me había puesto tan a prueba. Estás vivencias siempre te hacen afrontar los problemas de otra manera, valorar cosas que antes no valorabas y esto influye en la manera que tiene cada uno de ver la vida.
También escribió un libro.
-El proyecto del libro es algo que recuerdo con mucho cariño, es algo que quería hacer como algo personal para poder revivir mi paso por el programa sin olvidar ningún detalle, mi idea inicial no era publicarlo. Después me junté con un amigo y surgió la idea conjunta de retomarlo y publicarlo. Jamás imaginé que fuera a tener tanto éxito y que fuera a gustar tanto. Hoy es el día en el que me siguen pidiendo que dedique un libro o me transmiten lo que han disfrutado leyéndolo.
Tras su paso por el concurso ha trabajado como modelo. ¿Se había planteado antes hacerlo?
-Nunca antes me lo había planteado. Fue algo que empezó a surgir después de mi participación en el programa y que hago puntualmente. La verdad es que suelo probar todas la cosas que me van surgiendo y me apetecen y en el caso de modelo me lo paso bien y me siento cómodo haciéndolo. He tenido la suerte de trabajar con grandes fotógrafos.
Es muy conocido en Euskadi. ¿Cómo lleva la fama?
-Al principio se hace raro que la gente te pare o te pida fotos por la calle, pero te vas acostumbrando. Yo no me puedo quejar porque siempre me dan ánimos y me dedican buenas palabras.
¿A qué le gustaría dedicarse en el futuro?
-Entre otras cosas soy enfermero y trabajo como guía en África para la mejor agencia de viajes en este continente, así que ahora mismo estoy encantado. No tengo ni idea de lo que estaré haciendo el año que viene, siempre voy buscando lo que me gusta y me hace feliz. En cuanto a proyectos televisivos, me encantaría poder realizar viajes de aventura y compartirlos con los espectadores a través de la pequeña pantalla.