Frank Gehry diseñó ayer una peineta especial para el periodista que le preguntó en Oviedo qué opina de quienes aseguran que sus obras no pasan de ser arquitectura espectáculo, para excusarse poco después y señalar que la interpelación “me ha pillado descolocado y tuve esa reacción”. El gesto del arquitecto estuvo precedido por una rotunda afirmación: “El 98% de los edificios que se hacen en el mundo son pura mierda”.

Gehry había llegado minutos antes a Oviedo, donde hoy recogerá de manos de Felipe VI el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2014, galardón que le fue concedido como autor de una obra “virtuosa e innovadora” que, al margen de su excelencia estética, incluye edificios como el Museo Guggenheim de Bilbao. Tras marcarse unos pases de baile al ritmo de las gaitas con las que fue recibido en la ciudad, el arquitecto ofreció una rueda de prensa en la que reaccionó con enfado a las primeras preguntas que le hicieron, actitud por la que se disculpó después y que achacó al aturdimiento provocado por el viaje. “Me ha pillado descolocado y tuve esa reacción”, dijo señalando al periodista que le había preguntado sobre la arquitectura espectáculo. Gehry añadió que él no pide a nadie que le contrate, que no tiene publicistas ni agentes y que solo hace lo que le piden clientes que sienten respeto por el arte al que se dedica.

Previamente, había asegurado que “en el mundo en que vivimos, el 98% de los edificios que se hacen son pura mierda. Son malditos edificios sin sensación, ni sentido del diseño, ni respeto por la Humanidad”. En su opinión, hay muy poca gente capaz de hacer algo relevante en este campo y solo, de vez en cuando, “algunas personas hacen algo especial”. Sus trabajos, desde luego, lo son.