bilbao. Desde que a los trece años, Spasky ("Pascual, Pascu, Pasqui y Spasky, nombre que me puso un amigo el año en que el ruso jugó la final del campeonato del mundo de ajedrez contra Bobby Fisher") salía de casa con discos de vinilo bajo el brazo, vive de la música. Primero con los bares musicales: Poxpolo, en Deusto, y La Eibarresa, en Plentzia; más tarde con La Universal, la legendaria tienda de libros, discos y cómics que regentó en Ledesma y más tarde, hace ya 25 años -¡zorionak!- , con la compañía de promociones musicales Dekker, el gran trabajo de su vida.

¿Qué tal juega al ajedrez?

Regular tirando a mal. Pero fue el capricho de un amigo y así se quedó: Spasky.

¡Cuánto cuesta vender una entrada!

Es lo más preocupante, pero lo más difícil es la promoción. Hay que estar en todos los sitios a la vez y aunque las redes sociales ayudan nunca estás seguro. ¡Hay veces que te pegas cada sorpresón!

Como aquel día que...

El concierto de Neil Young, ¡Neil Young!, en La Casilla. Empezábamos en el negocio y los últimos veinte días anduvimos loquísimos pero nada, la cosa fue mal y perdimos dinero.

¡A casa a llorar!

¿Qué dices! Yo estaba con Santi Ugarte, Tiburón y empezábamos a quitarle los conciertos a Donosti patra traerlos a Bilbao con ayuda de José Mari Gorordo y Mikel Ortiz de Arratia. Lejos de desanimarnos, nos fuimos al Villa de Bilbao con el propio Neil y nos corrimos una juerga que no vea, con el artista al piano.

¡Disgusto resuelto! ¿Alguno por resolver?

En el centenario del Athletic. Tenga en cuenta que media hora antes de que Pavarotti cantase en San Mamés estaba suspendido el concierto.

¿Por qué?

Amenaza de lluvia. Le convencimos con partes meteorológicos.

¡No es para echarse a llorar!

Al de poco tiempo, los Rolling suspendieron su concierto de vísperas, alegando una faringitis de Mike Jagger.

¿Le creyó?

A medias. Desde luego, cuando años después vinieron no fui a verles. Tenía un nosequé por dentro.

¿Qué ha sentido al ver los sucesos del Madrid Arena?

Un disgusto terrible y vértigo. Me podía haber pasado a mí. El alcohol y determinada gente joven en concierto crean un cóctel mul peligroso.

¿Qué tiempos corren para la música?

Yo creo que buenos porque hay calidad, aunque echo de menos más personalidad. Muchos muy buenos pero muy parecidos.

¿Son caras las entradas?

Según lo que ofrezcas. El tema ahora es el icomprensible descalabro del IVA, del 8% al 21%. Si así quieren defender la cultura. El punto cero de equilibrio es ahora más arriesgado que nunca.

Y la gente volverá a escuchar música en casa.

Van, van a los conciertos si se les ofrece algo bueno. Lo que ocurre es que ahora no hay tiempo para escuchar la música, solo para oírla. Ya no se paladea como hace años.

¿Quien le ha sorprendido más que nadie sobre el escenario?

El Boss. No era mucho de Bruce pero hay que ver lo que monta en tres horas con su guitarra. De quitarse el sombrero. Y alguien más...

Estoy a la espera

Camarón y Tomatito en el Arriaga. Increíble. Había mujeres dando el pecho en los pasillos y Luis Iturri protestaba porque le vomitaban en los tapices, pero aquel concierto fue inolvidable. Cierro los ojos, lo recuerdo y aún se me ponen los pelos de punta. He ahí la música sin patria, universal.