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"Cibeles sabe a poco, déjame soñar con Nueva York o París"

"Cibeles sabe a poco, déjame soñar con Nueva York o París"Foto: deia

bilbao. La proyección de un documental sobre el 11-S le despertó a la pesadilla. De aquella vorágine de imágenes truculentas, Ana Olazabal extrajo una idea: abundan las desgracias en el mundo y el oscuro negocio de las guerras gira alrededor del petróleo. La reacción de este al contacto con el agua despertó un mar de imágenes en la cabeza de la diseñadora donostiarra Ana Olazabal. Las texturas, los colores, las ondas... Todo un mundo nuevo se abrió a sus ojos.

¿Azul petróleo?

Así es.

Un color extraño, duro.

Puede ser, pero me gusta combinarlo con líneas suaves y jugar con ese contraste. Creo que la colección con la que he ganado tiene fuerza.

Extraña que entre tanta fealdad emerja la belleza...

Viendo las imágenes de las injusticias se enriquece mi interior, tengo más información. Me gusta empezar por temas amplios e ir acotándolos, buscando el punto donde comenzar la creación.

Habla con la voz de la experiencia. Cualquiera diría que se ha comido un viejo...

Es mi primera colección, es cierto. Pero desde que me recuerdo siempre he pensado en la moda, en cómo haría tal o cual.

En su cuadrilla le mirarán con ojos raros...

No crea. Me preguntan muchas cosas. Por qué has hecho eso o por qué has hecho eso otro. Me choca mucho.

¿Le choca?

Sí, porque tengo la sensación de que ese es mi universo, un mundo interior que no interesa a nadie más de mi entorno. Y veo que no es así. Al menos no del todo.

Soñemos: ¿Se ve en Cibeles?

Si vamos a soñar, déjame soñar un poco más lejos. Nueva York, Milán, París. Cibeles está muy cerca, sabe a poco. Yo aspiro a lo más alto.

La colección con la que ha ganado así lo dice: ha arrasado.

Eso parece. En Facebook también he ganado por una amplia diferencia. Y eso que creo que el nivel de las cinco finalistas era muy bueno.

¿No somos los vascos muy clásicos a la hora de vestir?

Yo creo que sí, que la gente arriesga poco. La ropa habla por ti, expresa tu estado de ánimo, tu carácter. Por eso no me gusta nada la uniformidad, porque no todo el mundo es igual en todo momento. Hay que atreverse, caramba.

Hay quien lo hace y roza el ridículo... ¿Qué decirles?

Cada cual tiene que estar a gusto con cómo va, es cierto. Pero también lo es que tiene que encajar en la sociedad, tiene que buscar su espacio.

¿Y?

Si traspasa una barrera no se va a sentir a gusto porque se verá solo.

¿Y si, a pesar de esa soledad, se siente mejor que 'transigiendo'?

Adelante. Si hay que elegir entre ser una misma o ceder a una imposición que no quiere, arriesga. Y si no ganas, al menos lo habrás intentado.

En el desfile final aparecieron unos hombres envueltos en cuerdas de marinero...

Sí. ¿Y?

No me imagino así...

Si no te imaginas, así no te vistas así. Pero yo creo que los hombres tienen que tomar más riesgos y romper ese techo invisible a la hora de vestir. Creo que la mujer es más osada en ese capítulo.

Pongamos una nota media a la pasarela de la calle...

A mi gusto, un cinco. Falta atrevimiento y sobran los uniformes.