Cuando el día de San Fermín Piti y Sarri huyeron de la prisión de Martutene escondidos en el interior de sendos bafles, difícilmente podían imaginar que su fuga estaba a punto de convertirse en una de las canciones más bailadas y coreadas del último cuarto de siglo en Euskadi.
Ocurrió tal día como hoy, hace 25 años. El difunto Imanol Larzabal ofreció un concierto en la cárcel donostiarra que fue aprovechado por el entonces escritor y crítico teatral Mikel Antza (Mikel Albizu) para organizar la huida de los miembros de ETA Joseba Sarrionandia e Iñaki Pikabea. La rocambolesca fuga ha sido mil y una veces contada y el paradero de Sarri, que todos los años acude puntualmente a su cita con los lectores euskaldunes, continúa siendo una incógnita. ¿Pero cómo se produjo la metamorfosis de una historia real en la perenne tonada que el grupo Kortatu tituló Sarri, Sarri?
Fermin Muguruza, vocalista y líder del grupo, asegura que tan pronto como tuvo noticia de la gran evasión supo que "el acontecimiento debía tener su canción". Y la tuvo en el fugaz plazo de un mes.
Fermin tomó prestada la música del pegadizo reggae Chatty Chatty, un tema de los jamaicanos Toots and the Maytals, y aceleró su melodía a ritmo de ska y punk. Escribió la letra de la primera estrofa en castellano y, como en julio asistía a un intensivo de euskera, su irakasle le ayudó con la traducción. Después pidió ayuda a Josu Landa, que había pasado dos semanas en Martutene hasta que se demostró que no tuvo nada que ver con la huida. En esos días fue testigo de la euforia que el suceso originó intramuros y él podía aportar a la canción un tono de celebración.
"Josu se encargó de la segunda estrofa y la tercera la hicimos entre los dos. Yo la tenía escrita en castellano y se fue transformando al traducirla. Por ejemplo, yo había escrito que los pañuelos de San Fermín cubrían el cielo de rojo y después San Fermín desapareció por problemas de métrica", detalla.
"Todo eso -prosigue- lo escribí el 8 de julio cuando leí en Egin las reacciones de alegría que se habían desatado en toda Euskal Herria, especialmente en Iruñea, donde se contaba cómo la gente lanzaba los pañuelos al aire, y Durango, donde hubo una manifestación y se pudo ver una pancarta con la inscripción "Biba Tu", que yo acuñé para la canción muy a pesar de mis irakasles", bromea y recuerda que un mes antes de la fuga Kortatu actuó en Martutene. "Conocimos a Sarri y otros presos políticos y bromeamos con la idea de que se fugaran en las fundas de nuestros instrumentos, sin saber que ya se estaba preparando".
"Himno anti inquisición" "Tras los ataques y difamaciones por parte de la AVT", el tema, dice Muguruza, "se ha mitificado más y su proyección ahora va más allá de la celebración de una fuga. Ahora se trata de un himno anti inquisición". De hecho, asegura que la sensación que le queda al cantarla "es probablemente muy parecida a la que sintieron Villa y Zapata al entrar en México DF celebrando la revolución".
La canción, rememora Muguruza, "fue un torpedo, la ponían hasta en discotecas a las que no nos dejaban entrar". Incluso el lehendakari melómano confesó recientemente a la revista Rolling Stone haber danzado al ritmo de Sarri, Sarri en sus años mozos. "Cuando el rock radical vasco, Kortatu me volvía loco", declaró Patxi López que, como tantos otros, tardó en reparar en el verdadero significado de la letra.
En el otoño de 1986, Muguruza supo qué pensaban de Sarri, Sarri sus protagonistas. "Recibí una postal dentro de una carta, con un párrafo de Sarri y otro de Piti, en el que me comentaban que habían oído que la gente enloquecía al escuchar la canción y que eso, a la vez que les chocaba, les parecía genial", cuenta el músico, para quien "el viaje de esta canción tiene una estación clara: el día en el que Sarri pueda escucharla en directo en el País Vasco".