Síguenos en redes sociales:

Alemania sucumbe a la "lenamanía"

Alemania sucumbe a la "lenamanía"Foto: Efe

Hamburgo. Una muchacha de 19 años, estudiante, a la que todo el país llama simplemente Lena, ha desatado en Alemania una ola de festejos, regocijo y orgullo, poniéndole un paréntesis, aunque sólo sea por unas horas, a las deprimentes noticias sobre la crisis del euro, la guerra en Afganistán y las medidas de recortes. Lena Meyer-Landrut hizo que a lo largo del fin de semana miles y miles de personas salieran a las calles a festejar su victoria en varias ciudades y se reencontraran en una catarsis emocional. Lo único que hizo Lena fue cantar. Cantar la canción Satellite en inglés y ganar, en Oslo y para sorpresa de todos, el Festival Eurovisión. De pronto, un concurso de cuestionable nivel musical en el que una banda o un intérprete por cada país europeo compite por ser el mejor, convocó a millones de seguidores, deparando un récord de audiencia en la televisión alemana digna de la final de un Mundial de fútbol. Unos 14,7 millones de espectadores siguieron los avatares de Lena, el 49,1% de todos los televidentes, a pesar de que simultáneamente la selección nacional de fútbol jugaba uno de sus últimos amistosos previos al Mundial y el campeón mundial de boxeo, Vitali Klitschko, peleaba por la corona.

"¿Y qué" Cuando hace cinco años el alemán Joseph Ratzinger fue elegido Papa y se convirtió en Benedicto XVI, la prensa publicó un titular que resumía el orgullo que se sentía: "Somos Papa". El domingo, tras la consagración de esta estudiante en Oslo, la prensa lo retomó y transformó en "Todos somos Lena". La lenamanía tiene como protagonista a una muchacha que sorprendió por su naturalidad frente a la máquina devoradora que pueden llegar a ser los medios. A la prensa amarilla y del corazón le niega detalles íntimos de su vida, en especial desde que un medio descubrió que había trabajado como extra en una película de televisión en la que durante unos segundos mostraba un pecho desnudo. Lena pasó al contraataque, preguntando "¿y qué?". Surgió de la nada, hace tres meses, en un casting para cantantes, sin que hasta ese momento hubiera descollado en nada. Llevaba una vida normal, se preparaba para hacer el bachillerato en una ciudad como Hannover, que no es conocida como un centro de la movida cultural. Para la gente, Lena es la personificación de un cuento de hadas, una mezcla de Cenicienta o "su versión moderna y masificada de Betty, la fea, a pesar de que su familia no viene de los estratos más desprotegidos, sino que lleva una vida muy aburguesada.