De cumpleaños en un restaurante ecológico

WASHINGTON. El matrimonio Obama,acompañado por un grupo deamigos, celebró el sábado por lanoche el 46 cumpleaños de Michelleen un restaurante orgánico (ecológico)de la capital. La primeradama cumplió años ayer y la cena,aparentemente fue una sorpresaque le preparóel presidente. Michelle acudió a lacita con unvestido negrocon mangas,mientras que elmandatario llevaba untraje gris y una camisetadeportiva, sin cuello. Las niñas,según relató el grupo de periodistasde guardia en la Casa Blanca,se quedaron en casa, pero lamadre de Michelle, que vive conellos, se unió a la celebración. Elgrupo fue en total de una docena depersonas, algunas venidos de Chicago,localidad natal de Michelle. Elrestaurante al que fueron es el primeroque certifico el carácter orgánicode su comida en el área deWashington y los menús están entorno a los 65/70 dólares por cubierto.Michelle ha encajado a la perfecciónen su papel de esposa del presidente.

Su inteligencia y oratoriaquedan de manifiesto en sus intervencionespúblicas, pero nunca conla intención de acaparar la primeralínea o entrometiéndose, comomuchos temían. Esto no significaque a veces no aventaje a su marido.

Aun cuando él aparezca esbelto y elegante con sus trajes a medida,ella acapara miradas de admiración.Desde hace tiempo se ha convertidoen un icono de la moda,pues sus vestidos desaparecen delas tiendas. Pero Michelle no sólocompra su ropa a caros diseñadores,sino que también se viste conprendas de grandes cadenas, lo quela mujer media estadounidensevalora mucho. No obstante, antetodo la First Lady es “la mamájefe”. Protege la vida privada de sus hijas como hizo HillaryClinton, pero de vez en cuando permiteque la opinión pública vea alos niños. Como cuando Malia jugabaen el Despacho Oval, lo querecordó mucho a los Kennedy.

Por supuesto que una parte de lafascinación que despiertan los Obamaresideen que es el primermatrimonionegro en la Casa Blanca yque son relativamente jóvenes, ypadres de unas niñas encantadoras.

Pero, según los observadores,hay más: transmiten armonía y felicidadpersonal.Hay rumores de quetambién hay alguna que otra pelea,disputas familiares entre dos personalidadesfuertes. ¿Y quién es elmás fuerte? El presidente ya no tieneque sacar la basura a la callecomo hacía en Chicago. Ahora lohace el personal de la Casa Blanca.Pero sí le toca sacar a pasear alperro.