La rehabilitación de inmuebles ha cobrado especial auge en los últimos tiempos. Si bien hay constancia de que estas actuaciones ganan protagonismo en épocas de crisis, la última coyuntura económica ha encadenado su efecto con el confinamiento domiciliario provocado por el covid a la hora de plantearse modificar o renovar distintos aspectos de la vivienda. Así lo refleja el volumen de trabajo de las empresas especializadas en esta actividad.

La pandemia, al reunir a las familias al completo en el domicilio durante el tiempo confinamiento y limitar las salidas en general, ha provocado necesidades de reforma en las viviendas, ya sea parcial o en muchos casos, integral. Permanecer más tiempo en casa ha puesto en evidencia las deficiencias de muchos hogares, lo que ha animado a familias o particulares a llevar a cabo obras de cara a potenciar, sobre todo, la funcionalidad de los espacios y con ello, la comodidad de los convivientes y en definitiva, la calidad de vida. O cuando menos, ha impulsado la renovación del aspecto de la decoración interior.

De hecho, si en el conjunto del Estado se contabilizan un total de 25,7 millones de viviendas, el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CECAS) estima que alrededor de 10 millones necesitan rehabilitación.

En concreto, a comienzos del presente año, los visados para ampliaciones de vivienda experimentaron un notable crecimiento, que alcanzó el 49%, en el Estado, como ya ocurrió en 2020.

Distintos fines

Las rehabilitaciones en viviendas o en locales, buscan cubrir deficiencias o mejorar aspectos relacionados con la habitabilidad, la accesibilidad, la seguridad estructural o la eficiencia energética. Este último punto es muy relevante, ya que los edificios son responsables del 36 % de las emisiones de CO2 del país y del 40% del consumo de energía.

En este sentido, desde el CECAS, su presidente, Luís Comezón, aseguraba recientemente que únicamente la rehabilitación "va a permitirnos adaptar el parque de viviendas a las necesidades presentes y futuras de la ciudadanía y al reto climático".

Profesionalidad

Calidad, confianza y buen precio son las tres cualidades que deben regir toda actuación de rehabilitación. A este respecto, encomendar la reforma de que se trate, en una vivienda o en un local, a profesionales especializados permite ajustar precios, eliminar intermediarios y garantizar el buen desarrollo y el acabado de los trabajos a acometer.

Al contratar la obra con una empresa profesional, el cliente no tiene que preocuparse de nada, ya que cuenta con la ventaja de que la firma elegida coordinará cada una de las fases de la rehabilitación o reforma, con el objetivo de entregarle los trabajos en la fecha y con las calidades estipuladas. Es más, de esta forma las obras dispondrán de un calendario de ejecución y fecha de entrega garantizadas por contrato.

Las empresas especializadas en reformas integrales cuentan con el personal indicado para desarrollar las tareas necesarias, de todos los gremios que sean requeridos: sanitario, electricista, carpintero, etc. Por eso, siempre es mejor contratar a una única empresa para la totalidad del proyecto, que realizar cada intervención por separado, teniendo que contar con un albañil, fontanero, pintor, etc. En cualquier caso, hasta para llevar a cabo reformas parciales, como cambiar un revestimiento, pintar o instalar un falso techo, es esencial apostar por la profesionalidad.

Disponer de un equipo multidisciplinar, que incluye la figura de un decorador, es la regla de oro también cuando el objetivo sea simplemente renovar la imagen de una estancia o espacio determinado. En este caso, puede que ni siquiera se necesite hacer obras de gran envergadura sino optar por recursos decorativos de interiores que este profesional conocerá para orientar al cliente con éxito en el resultado final.