Aldeas Infantiles SOS ha expresado su preocupación por el impacto de la pandemia en la salud mental de los menores vulnerables, como los tutelados por las administraciones, y destaca la importancia de detectarlo a tiempo para reducir los efectos psicológicos y prevenir problemas futuros.

Según un estudio realizado por la organización de atención a la infancia a medio millar de niños y adolescentes de sus programas de acogimiento, al 74 % le preocupa que las personas cercanas a ellos se infecten con la enfermedad y al 66 % no poder visitar a sus familiares y amigos.

Más de la mitad de los menores temen que la vida no vuelva a ser la misma después de la pandemia y a cuatro de cada diez les inquieta no poder volver a la escuela.

Los jóvenes que viven en acogimiento residencial y familiar aseguran que han recibido información acerca de la COVID-19 y explicaciones sobre cómo actuar: el 78 % dice que se lava las manos frecuentemente y más de la mitad (60 %) que evita el contacto físico y respeta la distancia social de dos metros.

El 43 % indica que empezó a usar mascarilla incluso antes de que su uso fuese obligatorio.

La organización de atención directa a la infancia destaca que la salud mental de los niños y las niñas es especialmente vulnerable en momentos de crisis como el actual y el alcance exacto de las consecuencias de la enfermedad en la salud de los más pequeños es aún desconocido, por lo que debe ser evaluado.

Aldeas recuerda que "muchos de los casi 50.000 menores que crecen privados del cuidado de sus padres en España han vivido experiencias traumáticas en sus vidas y casi la mitad recibe algún tratamiento de salud mental".