La hibridación ligera también llega al X4, que hace honor a su condición de declinación vistosa y deportiva del proyecto prescindiendo del motor menor a gasóleo y de los dos eléctricos. Simplifica así su oferta, que discurre por un cauce económico entre 57.400 y 80.600 euros. Fuera de órbita aparecen las propuestas M y M Competition, las más conmovedoras y potentes (480 y 510 CV), que son también las menos asequibles. Esta condición obedece, claro está, a su considerable precio de partida (111.300 y 120.400 euros); no tanto a que muestren un carácter especialmente indómito.

Una razonable combinación de cabeza sobre los hombros y manos hábiles propicia disfrutar a plena satisfacción de estos auténticos purasangres. La interpretación más efusiva del X4, en concreto, hace que su manejo cotidiano resulte grato y hasta austero, incluso a las personas menos experimentadas. Ahora bien, en el escenario adecuado, pilotado por alguien con mínimas nociones de conducción deportiva, se revela como la vertiginosa máquina de precisión que es (puede brincar de 0 a 100 km/h en 3,8 segundos). El BMW X4 M Competition derrocha recursos tecnológicos e incita a explorar los límites del regimiento de caballería que guarda. Lo hace siempre dentro de los márgenes de la seguridad irrenunciables, dispuesto a perdonar y compensar posibles errores humanos..