L concesionario Volvo Carwagen del alto de Enekuri fue escenario ayer de un hecho histórico: la presentación del Emira, el último modelo con motor a combustión de la legendaría marca británica Lotus. A partir de esta máquina, estos símbolos de la deportividad sobre cuatro ruedas se moverán animados por mecánicas eléctricas. Es el signo de los tiempos.
La firma, a demás, no es que optara por Bilbao para realizar una presentación más del vehículo, lo que ya hubiera sido una noticia importante. Lotus redobló su apuesta por Bizkaia y se decantó por Carwagen para organizar la única puesta de largo en el Estado.
Así que el alma mater de la empresa vizcaína, Boni Prieto, se mostraba modestamente satisfecho. Una de sus hijas, Anabel Prieto, recordó durante el turno de palabra inicial que "se cumplen 50 años desde que mi padre abriera el primer taller". Un trabajo bien hecho a lo largo de medio siglo que contará como hito la presentación del Emira.
Todos los focos apuntaban la silueta, cubierta con una gran funda estampada con los colores de Lotus, de la máquina. Largo como un sedán, ancho como un monovolumen y no más alto que un niño de 11 años. Por momentos parecía que la tela se estremecía como la piel de un pura sangre que suplica que le suelten la rienda.
Iban Famoso, gerente, señaló que "el Emira tiene todo lo que cabe esperar de un Lotus y sorprende por lo que incorpora". Hay que darle la razón al experto. Cuando llegó el momento de retirar el deshabillé, apareció un superdeportivo estilizado y musculoso que dejó boquiabierta a la concurrencia. Como apuntó Famoso, los Lotus siempre se han distinguido por la ligereza que proporciona el uso del aluminio, los motores fulgurantes y las pocas concesiones al disfrute de cualquier sensación ajena al goce del cercano asfalto y la velocidad. Pero el Emira lleva, además, asientos ajustables en 12 variables, ayudas a la conducción, seguridad activa, un equipo de audio impresionante, conectividad absoluta, pantalla táctil de entretenimiento y un cuadro de instrumentos digital TFT. Todos estos detalles evidencian que no se trata de una barqueta de competición. Y, por si fuera poco, dispone de portabultos tras sus dos únicas plazas y en el interior de las puertas.
Quienes caigan en la tentación de concluir que Lotus se ha urbanizado con el Emira, han de saber que las dos motorizaciones del deportivo quitan el hipo. El pequeño es un AMG-Mercedes de 4 cilindros en línea que rinde 360 caballos. Si a alguién le parece suave, le queda el poderoso V6 de origen Toyota . Se puede acariciar y sacar de paseo cómodamente, pero sigue siendo una auténtica bestia.
Marco Corera, responsable de Lotus para el sur de Europa, aseguró que le hacía "mucha ilusión presentar el vehículo en Bilbao" y describió el color de la espectacular unidad que le acompañaba como Séneca Blue. Aquí lo llamaremos azul Bilbao claro, si nos permite Marco.
Cuidaron del deportivo con su traje de faena Lotus, los británicos Sean O'Neill, Owen Lloyd y Simon King. Acudieron a ver el último bólido a gasolina de la legendaria factoría inglesa José Ángel Llaguno, Juan Arana, Asier y Joseba Oiarzabal, Lorena Corral, Sonia y Juanma Fernández, Alfonso Batalla, Conchi Caminos, José Ángel García, el chef Fernando Canales, Mikel Elejoste, el tenor Martín Barcelona y Lourdes Zabala. No faltaron representantes del club de autos clásicos de Euskadi como Antón Abásolo, José Andrés Etxebarria y Natxó Sáez.
Curiosearon en el automóvil, Elías Diego, Miguel Rodrígez. José Antonio Chico Cádiz, Belén Weber, Ibon Molinos, Puri López, Ana Rovira o el periodista Koldo Marcilla.
U n superdeportivo vestido de calle. Tan ligero, espectacular y potente como "conducible"