El simulador de conducción de Hyundai participa en una innovadora terapia encaminada a que personas que han sufrido un episodio con secuelas cerebrales recuperen las destrezas necesarias para ponerse al volante. La Unidad de Daño Cerebral del Hospital Beata María Ana es la primera de España en contar con el simulador de la marca, que reproduce las sensaciones de pilotaje del i20 WRC, cuyo software se ha adaptado al uso terapéutico. Esa adecuación afecta a la configuración de los parámetros, para conseguir una conducción más suave, similar a la de un turismo convencional. También se ha modificado la modalidad de juego, para que el paciente pueda realizar un ejercicio inmersivo, trabajando los giros, la dirección del volante, las frenadas, el ajuste y control de la velocidad, el rastreo visual o el reconocimiento de señales de circulación. El software posibilita recrear diferentes situaciones y escenarios, para adecuarse a las necesidades de cada persona.

La conducción es una de las actividades instrumentales cotidianas que se identifican con la autonomía y la libertad. Las secuelas derivadas de un daño cerebral pueden interferir con esta capacidad. “La posibilidad de volver a conducir impacta positivamente sobre la autoestima, la calidad de vida de la persona afectada y las posibilidades de integración social. Por el contrario, cuando la conducción no es posible, se dificulta la reincorporación a las actividades de la vida diaria, y se puede producir una pérdida de la identidad personal y el rol habitual, junto con un aumento de síntomas depresivos”, opina el doctor Marcos Ríos-Lago, Coordinador de la Unidad de Daño cerebral del Hospital Beata María Ana.