A hora de elegir la forma en que combinamos los colores de la ropa podemos dejarnos guiar por las tendencias de la moda o simplemente por nuestros gustos personales. Podemos optar por tonos más atrevidos, más alegres, más discretos o más serios, según lo requiera la situación.

Los colores de nuestro vestuario dirán mucho de nuestra personalidad, nuestro estilo y nuestro estado de ánimo. Y siempre hay que recordar la máxima de que, en cuanto al color, menos es más.

Tener en cuenta el círculo cromático puede resultarnos muy útil para saber qué colores combinan mejor entre sí y qué mezclas debemos evitar. Existen unas combinaciones preestablecidas con las que puedes acertar, prácticamente, en cualquier look. Si tienes ganas de experimentar y de probar combinaciones más arriesgadas, las opciones son infinitas.

A continuación, te damos unas pinceladas sobre posibles combinaciones de color en tus estilismos.

- Colores neutros. El negro, el blanco, el gris y el beige se enmarcan en estos tonos neutros. Son la base de un buen fondo de armario. Los expertos recomiendan que el 75% de nuestra ropa sea de estos colores, lo que nos permitirá realizar con ella múltiples combinaciones. Mezclar estos colores básicos con otros tonos más vivos dará un toque alegre y personal a nuestro estilismo. Si abusamos de ellos podemos caer en un vestuario serio y aburrido que, incluso, nos sumará años. La combinación de dos tonos neutros con un color más potente es una buena fórmula.

- Colores primarios y secundarios. Se recomienda no combinar dos prendas de dos colores primarios (rojo, amarillo y azul) o de dos secundarios (naranja, verde y violeta), sino que es mejor llevar una prenda de cada uno de ellos. En este apartado podemos hacer una excepción: el azul marino y el rojo, los dos son colores primarios, pero juntos son una buena opción ya que crean una estética marinera de lo más favorecedora.

- Tonos complementarios u opuestos. Utilizar colores complementarios es una buena opción. Los tonos complementarios u opuestos son los que se sitúan enfrente en lo que se conoce como círculo cromático o rueda de color. Los colores primarios, rojo, amarillo y azul, tienen cada uno su color secundario complementario, naranja, verde y violeta. Naranja + azul eléctrico, naranja + azul marino o azul eléctrico + amarillo; rojo+ rosa, naranja + rojo o rosa / rojo o rosa + verde; morado intenso + amarillo, son algunas combinaciones atrevidas, pero muy atractivas.

A todo color

- Blanco y negro. Son los colores básicos por excelencia. Se trata de dos colores opuestos que consiguen dar un equilibrio total al conjunto. Pueden servir para los looks más formales, así como para nuestro vestuario más informal. Hay que evitar combinar el negro con otros tonos oscuros como el azul marino o el marrón. Sin embargo, el blanco podemos combinarlo con cualquier color.

- Rojo. Es un color muy intenso por lo que quedará genial combinado con tonos neutros como el negro, el blanco o el gris.

- Amarillo. Es sinónimo de luz y vitalidad. Según con qué color lo combines puedes obtener resultados muy diferentes. Si lo llevas con las gamas más oscuras y apagadas del gris, el verde o el café te dará un aire sofisticado y discreto. Si lo te lo pones con blanco, rosa o con tonos vivos, tu look será más divertido e informal.

- Azul. Combina muy bien con el blanco, con toda la gama de colores cálidos (rojo, burdeos, amarillo, naranja o rosa), así como con casi toda la gama de colores fríos (azul, negro o gris), siempre que hagan un cierto contraste de tonos. No quedará bien un azul oscuro con un color frío muy oscuro. No se suele combinar con colores muy parecidos al suyo, ni con los tonos verdes y marrones. Se puede combinar con otros azules, siempre que hagan un contraste fuerte.

- Naranja. Es un color cálido que, además de combinar con el blanco y el negro, puede protagonizar estilismos muy especiales, atrevidos y favorecedores con azul, turquesa, morado, amarillo y marrón.

- Verde. Toda la gama, desde el verde kaki al verde limón, quedará estupenda con prendas de color negro, blanco, amarillo y gris.

- Violeta. El blanco, el negro o el beige son algunas de las propuestas básicas para combinarlos, pero existen otras mucho más arriesgadas con naranja, rosa o magenta.

- Marrón. Blanco, verde, naranja, rosa palo o azul cielo son sus grandes aliados. El azul turquesa le aporta un toque muy especial y obtendrás con él un estilismo genial.

- Rosa. Combina bien con negro, blanco, kaki, marrón o amarillo.

- Gris. Se puede combinar con tonos cálidos o fríos para looks discretos de día o de noche.

- Tonos tierra. Beige, marrón chocolate o marfil quedan muy bien combinados con complementos, zapatos o chaquetas de color negro, blanco o dorado.

Consejos

- No combinar más de tres colores. Una de las reglas básicas para vernos bien a la hora de vestir es no combinar más de tres colores en nuestro look diario. No obstante, los accesorios sí que pueden aportar una nota de color diferente.

- Ojo con los estilismos monocolor. Podemos elegir un atuendo de un solo color. Acertaremos si elegimos un tono negro, azul, verde o rosa pálido. Los tonos demasiado fuertes resultarán muy cargantes y no serán agradables a la vista.

- Tener en cuenta el tono de piel. Es un aspecto importante. Las personas con piel clara deben evitar el negro, ya que su tez se verá aún más pálida. Si tu piel es oscura, el blanco, el dorado, el plateado, el azul, el verde o el rosa te sentarán muy bien.