Italia, un país conocido por sus grandes monumentos, como sede de la religión católica y de ser la cuna de las pizzas, consideradas las mejores del mundo.

Es por eso, que este país sería el último en el que una persona pudiera pensar cuando escucha hablar de las máquinas expendedoras de pizzas. Es casi impensable que dónde viven los mejores pizzeros se puedan vender ese tipo de productos, y que incluso las personas los compren.

En el caso de Roma, la pizza es más fina, hojaldrada y crujiente, esto ocurre porque se hornea durante más tiempo que las de otras regiones.

Mr. Go es el nuevo pizzero de la ciudad y sus habitantes no se encuentran tan contentos con él. En la máquina se puede adquirir cuatro tipos de pizza, 24 horas al día y sin las tardes libres que tienen las pizzerias comunes.

El negocio, bien estudiado

La incorporación de este nuevo vecino en Roma no es mera casualidad. El empresario Massimo Bucolo es un siciliano que vive en la ciudad y pensó en la necesidad de poder adquirir una pizza a cualquier hora del día.

"Había un hueco en el mercado: aunque Roma es una ciudad importante, no había nada disponible durante la noche" dijo el empresario. Y aseguró que su intención jamás fue reemplazar a las pizzerías tradicionales, sino ofrecer un servicio nuevo a los vecinos de la zona.

En realidad, según Bucolo, no es una pizza sino un cruce con la piadina, tradicional en la región de Emilia-Romagna.

La verdadera pizza, preparada a mano y cocinada en un horno de leña, es imposible poder hacerla dentro de una máquina expendedora.

La 'schifezza'

Algunos vecinos del barrio donde se encuentra la máquina, aseguran que la pizza es un horror e incluso que les causa vergüenza.

La máquina como tal no es fea. Incluso tiene las instrucciones sobre su uso en italiano e inglés, para que los turistas no se pierdan. Además, la limpian con cierta frecuencia (por la covid) y cada tres días ponen en orden su interior.

No solo puedes tener una pizza en tres minutos, sino que también es de uso individual con música pop , a modo de amenizar el ambiente mientras esperas que esté lista.

El proceso de preparación se puede ver por los visitantes. Los precios de las pizzas no son económicos en comparación a las pizzerías locales. Además las personas que se acercan al lugar, dudan en la conservación de los alimentos y por lo tanto optan por aquellas que no contienen carnes, aunque Buculo asegura que los ingredientes se encuentran muy bien congelados.

A pesar de la negativa de los romanos, el proceso parece higiénico y la pizza tiene un aspecto atractivo, que invita a comer. Los locales prefieren lo tradicional y aseguran que también se puede cocinar en tres minutos en un horno de leña.

A las críticas constantes, Buculo afirmó que "fue una idea para crear algo que no existía: la pizza de noche. Los productos pueden mejorar, podemos cambiarlos o cambiar la máquina, pero es atender a una necesidad".