Bilbao - Tan directo como siempre, Cuesta se ha metido en dos reportajes muy diferentes, la vida de Félix Rodríguez de la Fuente y la berrea. La cita es hoy en DMAX.

¿Era usted de los niños que se sentaban a ver 'El hombre y la tierra'?

—Todos los que pasamos de los 40, hemos visto los programas de Félix Rodríguez de la Fuente. Es un referente. Además, acuérdate, eran La 1 y La 2, no había más. Estábamos siempre esperando para ver el programa, ahora tienes Internet y lo puedes rescatar. Entonces no, estábamos todos con el culo pegado al suelo.

¿Qué le aportaba?

—Todo si tenías interés por el mundo de la naturaleza. De tener los álbumes de cromos de animales, a verlos en directo a través de una persona que te engatusaba y te hipnotizaba, era como entrar en otro mundo. Yo crecí con ello.

¿Se imagina al amigo Félix en el mundo actual? ¿Qué hubiera dicho de este planeta?

—Que él ya había advertido de muchas cosas de las que están pasando. Advirtió del cambio climático y también nos advirtió de que si seguíamos comiéndole terreno a la naturaleza, la naturaleza se volvería contra nosotros. Hay tienes al coronavirus€

¿El coronavirus?

—Sí. Él nos está diciendo que estaba aquí antes de nosotros y no dice más: Estoy entre vosotros y si me seguís tocando los cojones os voy a matar a todos. Tenemos que aprender.

¿Cree que en estos 40 años que han transcurrido después de la muerte de Rodríguez de la Fuente han surgido seguidores como para continuar con su legado?

—Lo bueno es que dejó un legado tan importante, que hoy cientos y cientos de Félix están trabajando en la conservación de la naturaleza. Hoy en día, hay un montón de gente anónima que trabajan en asociaciones, refugios y centros de rescate que dedican su vida y su tiempo, su dinero muchas veces, en la conservación de la naturaleza. En este programa, hacemos un homenaje a la vida y obra de Félix Rodríguez de la Fuente, pero también a esas personas que no salen en la tele como yo, pero que dedican su vida a una labor encomiable que trabajar para la naturaleza.

Los niños de hoy ven una televisión muy diferente a la que teníamos hace 40 años. ¿Cómo verían estas criaturas tan tecnificadas la reposición de programas como 'El hombre y la tierra'? ¿Pensarían que es una televisión viejuna?

—Se aburrirían. Hoy en día los chavales no le dedicarían ni diez minutos. La educación es muy diferente, la evolución es distinta, ni mejor ni peor; simplemente, estamos en un mundo más tecnológico y a través de Internet tienes toda la información que necesitas. En esa época, no teníamos tanta información. Obviamente, hace 40 años no existía Internet ni nada parecido. Para nosotros era descubrir algo nuevo. No es que a los chavales de ahora no les interese la naturaleza, es que el mundo ha evolucionado de tal manera que las opciones se han multiplicado.

¿Queda como un programa en el recuerdo para nostálgicos?

—No es mucho más que un acto de nostalgia. Date cuenta de una cosa, los programas de animales hoy en día aburren. La gente lo que quiere cuando ve la televisión es caca, pedo, pito, pis, dos tetas o una pelea. El hombre y la tierra era un programa muy blanco, con un lenguaje muy exquisito, con unas imágenes muy bien preparadas y una técnica impresionante. Estas cosas no interesan.

¿Cómo es el primer programa?

—A la gente que sea mayor de 40 años va a hacer viajar al pasado de una forma muy romántica, le va a traer recuerdos, incluso de cuando se veía la televisión en familia. A la gente joven le puede descubrir a un héroe al que no conocen y por el cual hoy podemos ver águilas, linces, lobos€ Fue un personaje que nos enseñó lo que era un lirón careto o por qué hay que conservar la naturaleza. Más que un homenaje a Félix, es un homenaje a la naturaleza y es que Félix era la naturaleza.

¿Qué más nos presenta Frank Cuesta esta temporada?

—Hemos hecho un especial sobre la berrea, el momento del apareamiento de los ciervos, mostraremos cómo es. Me vais a ver un poco diferente, me vais a ver retransmitiendo la vida de otros. En el primero de los reportajes que se emite será la vida de Félix, en la berrea, será un poco más Frank wild, es decir, yo haciendo un poco el tonto y explicando cosas.

Dos reportajes muy diferentes.

—Pero naturaleza al fin al cabo. Justo después del reportaje de Félix, se emitirá el especial de la berrea. Son cuatro entregas de uno y cuatro entregas del otro.

¿Han sido trabajos laboriosos?

—Al equipo de preproducción le lleva mucho tiempo conseguir la gente. En el programa de Félix tenemos cámaras suyos, ayudantes con el tema de los lobos, está su hija Odille, gente que estuvo cercar de él€ Resulta difícil ponerlos a todos juntos, es difícil conseguir el punto exacto desde donde se grabaron las imágenes de El hombre y la tierra. Grabarlo lleva su tiempo, luego está la postproducción, es como montar un programa de Historia.

¿Es más fácil hacer los capítulos de la berrea?

—Más que fácil o difícil, ha sido muy divertida. Unos ciervos se pelean, otros echan un casquete, uno muere, otro vive€ Estás en el campo mucho tiempo y ya sabemos cómo es la gente del campo, no hace más que darte de comer todo el día. Es un programa muy bonito, lo tenemos todo ahí cerquita y no le damos importancia.

¿Cree que todo el mundo sabe lo que es la berrea?

—Igual alguno no, pero la mayoría sí, pero también es cierto que esa mayoría a lo mejor no ha visto nunca una berrea.

Se ha salido de su guion. No está en sus escenarios de referencia.

—Hemos decidido que vamos a grabar en España más reportajes. Después de haber rodado por todo el mundo, haber hecho un montón de temporadas en muchos lugares del Planeta y haber mostrado muchos animales, creo se pueden hacer desde aquí varias series sobre la fauna y sobre la gente anónima que trabaja con mucho ahínco y que muchas no tiene el reconocimiento. Se le da importancia a Frank Cuesta, a Félix Rodríguez de la Fuente€

Usted está encantado de que le demos importancia.

—Por supuesto que sí, me gusta que os intereséis. Pero me importa mucho la gente que día a día está trabajando anónimamente por la conservación de la naturaleza.

Siempre nos declaramos amantes de los animales, ¿realmente lo somos o es mero postureo?

-No, cómo se te ocurre pensar que lo somos. El humano es un ser hipócrita, egoísta y con cierto grado de crueldad€

Vaya retrato que hace usted de nosotros mismos.

—Es la verdad, mira dentro de ti misma y me dirás que tengo cierta razón. Dices lo de declararnos amantes de los animales. A ver, todos queremos tener electricidad, así que necesitamos tendidos eléctricos y sabemos lo que eso significa para la vida animal. Queremos vivir en una casa, en una urbanización, ir de vacaciones a una playa o poder caminar por un Parque Nacional que hayan desbrozado por todos los lados para que nosotros pasemos€

Lo que quiere decir es que nuestra forma de vida se convierte en asesina de la naturaleza, ¿no?

—Exactamente. Somos amantes de los animales, al menos de palabra, pero somos mucho más amantes de nosotros mismos, somos egoístas.

¿Va a abandonar Tailandia para trabajar en España?

—No necesariamente. Cuando yo llego a grabar, el equipo de producción ya ha realizado un montón de cosas, todo a nivel gente y lugares ya está hecho.

Así que trabaja siempre en terreno abonado.

—No siempre. Cuando vamos a la selva, es al revés, voy yo antes para mirar el panorama. En estos especiales que he hecho, vengo a grabar y me vuelvo para casa en cuanto termino. Tampoco es que rodemos cuarenta temporadas al año.

¿Pensaba que la televisión le iba a durar tanto?

—Como al principio tampoco me lo planteé como un trabajo, nunca imaginé que iba a ser un proyecto tan largo. Piensa que este tipo de programas que va sobre animales como mucho dura una temporada o dos, y luego se acaba. Por h o por b, hemos tenido la suerte de hacer una buena conexión con los espectadores tanto en España como a nivel internacional, mucho más fuera, también hay que decirlo. Cuando haces las cosas con pasión y haces proyectos que otros no pueden hacer, si lo pudieran hacer, ya estaría hecho.

¿No se cansa?

—No. Tampoco es un trabajo seguido, todos los meses del año, tiene su tiempo y luego vuelvo a mi vida normal. El día que nos cansemos, el día que se cansen de nosotros, lo dejaremos. Para mí es una forma de seguir realizando la labor que me impuse hace muchos años.

Le sirve para salvar a animales amenazados por la especulación humana, ¿no?

—El dinero que gano se reinvierte en el trabajo que hago en Tailandia hace más de 20 años. Es una manera de funcionar. Yo no acepto donaciones, sponsors, ni caridad, ni subvenciones.

¿Por qué no acepta la ayuda externa?

—Siempre lo he hecho con el dinero que obtengo trabajando y me da mucha libertad. Si tuviera que depender de sponsors, fundaciones o donaciones, no sería igual, me obligaría hacer cosas que no me gustan.

"El humano es un ser hipócrita, egoísta y con cierto grado de crueldad. No son amantes de los animales"

"Somos amantes de los animales, al menos de palabra, pero somos mucho más amantes de nosotros"

"Sin pasión y sin amor nada es igual. Por eso me gasto mi dinero en otros seres, en este caso, animales"