Que ‘Tu canción’ no sea ‘Lo malo’

BILBAO - “Muchísimas gracias, ¡jo!, de verdad”. Es la muletilla de Amaia Romero, la navarra que venció en Operación Triunfo 2017, y que junto a Alfred García, un joven catalán del que se enamoró en la academia televisiva, tratarán esta noche (21.00 horas, TVE-1) de sacar a España del bottom eurovisivo, últimos puestos que ocupa desde que Ruth Lorenzo alcanzó el Top 10 en 2014. Será con Tu canción, composición de Raúl Gómez, quien ganó El número uno y que desbancó en la gala para escoger la propuesta de RTVE a Arde, de Aitana, y a Lo malo, de Aitana y Ana Guerra, que está rompiendo los suelos de no pocas discotecas, chiringuitos y recintos de baile. Si la cosa se tuerce, la polémica estará sobre la mesa, y más después de que la productora Gestmusic y la delegación española hayan querido centrar la actuación de los triunfitos en sus voces, carisma e historia personal, relegando una mejor iluminación y puesta en escena a modo de envoltorio, algo que han confeccionado mejor dos países que llevan un estilo muy parecido, Lituania e Irlanda.

Para colmo, la pareja que forra las carpetas de miles de adolescentes competirá en segunda posición, que es el llamado puesto maldito en el festival, desde donde ganar es misión imposible, mientras que las favoritas lo harán en la recta final del certamen. Ahora bien, el pronóstico es del todo incierto. Durante los últimos dos meses, Israel partía como gran favorita en las apuestas con su intérprete Netta y Toy (Juguete), con más de 20 millones de visitas en Youtube imitando el cacareo de una gallina mediante una letra forjada al calor del movimiento #MeToo (YoTambién), y que censura una historia personal de bullying con su constitución corpulenta, su extravagancia y ajena a los estereotipos. Sin embargo, llegó a Lisboa y se desinfló en los ensayos en beneficio de la chipriota Eleni Foureira, un bellezón estilo Beyoncé con los movimientos de Shakira y que alude al Fuego con ritmos típicamente eurovisivos. Explosiva.

La terna de aspirantes al micrófono de cristal que cederá el victorioso portugués Salvador Sobral la completa el dúo francés Madame Monsieur que con la enternecedora Mercy narra las historias de quienes cruzan los mares en busca de una mejor vida, madres que dan a luz a sus hijos sin otear costa y dan las gracias por llegar sanos y salvos. Una interpretación que maravilló en la preparty promocional en Madrid hace apenas tres semanas y que fue posible por segundo año gracias a sus organizadores, la web en castellano de referencia del festival, Eurovision-Spain.com. En las últimas horas asaltó el tercer lugar de los apostantes el irlandés Ryan O’Shaughnessy con Together, una balada de amor entre dos chicos que calca en el escenario el baile recreado en el videoclip original y despierta sentimientos entre el mayoritario público eurofán. Ojo al checo Mikolas Josef y el contoneo de su cuerpo magullado en una caída en el primer ensayo pero que engancha con su telegenia y especie de rap.

Alemania, tras dos farolillos rojos y un penúltimo escalón, renace con el intimista Michael Schulte y el You let me walk alone dedicado a su padre fallecido; mientras la lituana Ieva Zasimauskait? enamora con su voz contando el amor hasta llegar a la vejez y acabar abrazada a su marido en medio de un puente. La forza, tema lírico de la estonia Elina Nechayeva; el regreso del triunfador en 2009, Alexander Rybak, alejado de aquel Fairytale pero apegado a su violín; y la sempiterna Suecia con los medidos pasos de Benjamin Ingrosso pueden dar la campanada el año donde Azerbaiyán, Rusia y Rumania cayeron en semifinales. Los otros dos himnos, el australiano We got love de Jessica Mauboy y el Hvala, ne!(Gracias, no) de la eslovena Lea Sirk, harán mover las caderas. Hungría pondrá el sonido AC/DC; Italia, el mensaje contra el terrorismo; Waylon retorna esta vez en solitario...

Ojalá el cuento de hadas de los triunfitos no termine siendo Lo Malo. El rosco se lo reserva Reino Unido.

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