Síguenos en redes sociales:

DMAX abre las puertas de ‘Este hotel es un infierno’

El hotelero Kike Sarasola sale al rescate de establecimientos con problemas

DMAX abre las puertas de ‘Este hotel es un infierno’

bilbao - Kike Sarasola llega a DMAX para intentar salvar de la ruina a hoteleros en problemas y también para que algunos establecimientos dejen de ser una pesadilla para los clientes que acuden a ellos. Por todo ello, el martes abre sus puertas Este hotel es una ruina. El programa está basado en Hotel hell, cuya versión original presenta el chef y empresario Gordon Ramsey y será emitido a las 22.30 horas.

El Estado español es uno de los principales destinos turísticos del mundo y cuenta con más de 17.000 establecimientos. El problema es que no todos satisfacen al cliente. En Este hotel es un infierno, Sarasola se encontrará con los retos más difíciles: alojamientos que brillaron en el pasado por su calidad pero que se niegan a ver la realidad ofreciendo servicios de los que no disponen; una residencia de estudiantes que sus dueños han reconvertido en hotel pero sin realizar ningún esfuerzo o inversión para adaptar su negocio; hoteles heredados por los hijos de los propietarios originales, cuyos nuevos dueños están arruinando por su propia dejadez y falta de responsabilidad; trabajadores sin experiencia que recurren al traductor de Google para poder atender a los clientes extranjeros, personal de limpieza que irrumpe sin permiso en las habitaciones y hoteles que servirían de escenario para una película de terror.

El empresario hotelero se hospedó en los ocho establecimiento que le pidieron ayuda y está convencido que casi todos ellos podrán salir adelante: “Los problemas que presentan son diferentes: hermanos que no se hablan y que convierten la gestión en una pesadilla, un padre que ha perdido a su hija y abandona el negocio, huéspedes que regresan a dormir y se encuentran que está cerrado y que tienen que irse a otro establecimiento. En fin, errores de todo tipo, pero que pueden ser resueltos y que estoy seguro de que en el futuro no van a volver a cometer”, señaló a DEIA Kike Sarasola.

En muchos casos, los problemas personales de sus propietarios están detrás de una gestión deficiente de los hoteles rescatados, lo que obligará a Kike a ejercer de coach y psicólogo en más de una ocasión para que sus circunstancias personales no afecten al negocio ni a las personas que trabajan para él. Su propósito es “convertir estos negocios en ruinas en negocios prósperos, llegando incluso a pasar la noche en una habitación encantada donde ocurren fenómenos extraños”, señala divertido el hotelero. Confiesa que se enfadó mucho y también rió y se emocionó en la grabación del programa. “Ha sido una experiencia estupenda”, asegura.

Sarasola fue durante muchos años jinete de alta competición. Un día decidió dejar la hípica y, con su marido, decidió emprender una nueva vida profesional para lo que eligió el sector hotelero: “Lo hice porque durante muchos años, por mi profesión, he ido de hotel en hotel. Eso me dio experiencia sobre las necesidades de los clientes”. En estos momentos posee treinta establecimientos y este año tiene previsto abrir las puertas de tres más: uno en Donostia, que será el primero en Euskadi; otro en París y el último en Fráncfort.