EN 1913, Godfrety Harold Hardy, un eminente y excéntrico profesor de matemáticas inglés recibió una carta con un contenido increíble. El autor era un joven indio, Srinivasa Ramanujan, capaz de crear fórmulas inverosímiles pese a no haber tenido una educación formal en matemáticas puras. Aunque al principio se mostró escepticismo ante el descubrimiento, Hardy logró que Ramanujan ingresara en el Trinity College de Cambridge para tratar de desentrañar el secreto del genio autodidacta. A partir de 1914 se convirtió en su mentor y su relación sirvió para mostrar al mundo trabajos
como las fórmulas que permitían calcular a gran velocidad los infinitos decimales del número pi. Un siglo más tarde, el legado de Ramunajan sigue influyendo en el campo
de las matemáticas y de la física.
En El hombre que conocía el infinito, el director Matt Brown recupera la sorprendente historia del matemático indio y nos acerca la estrecha relación de amistad y trabajo que mantuvieron Ramunajan -interpretado por Dev Patel (Slumdog Millionaire, El exótico Hotel Marigold)- y Hardy (Jeremy Irons), a pesar de sus personalidades contrapuestas. El británico era metódico, calculador y ateo. Su pupilo, intuitivo, practicaba la religión hindú de su familia y la espiritualidad estaba por encima de todo. Sentía que un ser superior, la diosa protectora de su familia (Namagiri), le susurraba las fórmulas que resolvían problemas imposibles.
Según su biógrafo, el escritor Robert Kanigel, una vez dijo: “Una ecuación no tiene significado para mí a menos que exprese un pensamiento de Dios”. Además de los retos científicos, el largometraje muestra el rechazo al que tuvo que enfrentarse Ramanujan en Inglaterra. Solo el empeño del profesor británico y el apoyo de unos pocos miembros del claustro del Trinity College como J. E. Littlewood, le permitieron ser reconocido en un mundo que todavía justificaba el colonialismo y creía en la existencia de razas inferiores.
preparación de los personajes Para el protagonista de Slumdog Millionaire, interpretar a Ramunajan ha sido muy instintivo. “No existía ningún material en el que yo pudiese inspirarme. No había vídeos ni entrevistas para saber cómo hablaba, nada. Se suele decir que una imagen vale más que mil palabras y es cierto. Intentamos capturar la esencia y la resistencia de este hombre a través de fotografías y de lo que leímos en el libro homónimo escrito por Kanigel”, ha explicado Dev Patel.
Por su parte, Jeremy Irons se basó en un libro que escribió Hardy, Auto justificación de un matemático. “Me hizo darme cuenta de que algo que nunca me había llamado la atención podía contener pasión, misterio y arte. Su escritura realmente me ayudó a entrar en el personaje”.
Hardy definió su tiempo de trabajo con Ramanujan como el único incidente romántico de su vida, pero para Irons esta afirmación ha sido ligeramente malinterpretada. “Pensamos en el romance, en el amor, pero no creo que sea eso. Ciertamente, su tiempo con el matemático indio fue cuando él estuvo más orgulloso de su trabajo y, probablemente más feliz”.
Ramanujan se convirtió en miembro de la Royal Society y del claustro del Trinity College, pero no disfrutaría mucho de esos honores. En 1920, con tan solo 32 años, una tuberculosis o tal vez una infección de hígado acabó con su vida en la India, adonde había regresado un año antes.