‘MasterChef’ se suma a la filosofía ‘slow food’ en su cuarta entrega
Madrid - El movimiento slow food, que desde Italia se ha propagado al mundo en defensa de la cocina de proximidad y la agricultura sostenible, será el eje de la cuarta temporada de MasterChef, que se estrena hoy en La 1. Una edición en la que un 25% más de aspirantes que en la anterior, 20.000, demuestra que “mientras en los concursos de talentos las canteras se agotan, aquí siguen creciendo; el fenómeno MasterChef va de niños a mayores en una sociedad cada vez más educada en gastronomía”, según el director de Contenidos de TVE, Carlos Mochales.
Tantas solicitudes han hecho que la labor de selección de los quince concursantes que competirán por el título haya sido “espectacular”. Todos han demostrado que el nivel de cocina es superior al de años anteriores, especialmente “de Despeñaperros para abajo, porque hay muchos concursantes del sur”, reveló la presentadora, Eva González. Las sorpresas comenzarán con el primer programa, donde quince aspirantes que se creen ya dentro del concurso tendrán que ganarse el puesto compitiendo con otros quince que piensan lo mismo. “Competirán dos gemelas y una madre contra su hijo”, desveló Macarena Rey, directora general de Shine Iberia, productora del programa junto a TVE. También anunció que habrá más concursantes de otros países: “Una modelo rusa, una presentadora venezolana, un empleado de hogar filipino...” Y personajes como “una ermitaña de Huesca, un ingeniero gallego afinador de gaitas que trabaja como controlador aéreo y es un loco de la cocina molecular, un pintor industrial de Albacete que parece salido de un programa de José Mota...”
Y aunque el nivel de cocina es “cada vez más alto”, gracias en parte a aspirantes “resabiados que se han visto una y otra vez todos los programas”, sigue habiendo concursantes que “la lían parda, eso no ha cambiado”, para desesperación de los jurados Samantha Vallejo-Nágera, Pepe Rodríguez Rey y Jordi Cruz. En esta edición un concursante abandona, no por motivos personales como ocurrió antes con Gonzalo, sino porque no pudo aguantar el ritmo. “Lo vivimos con sorpresa y con mucha pena, era de los más queridos por sus compañeros. Pero es que grabar MasterChef no es fácil, requiere muchísimos madrugones, se viaja mucho, cocinan en el exterior con frío y con viento; hay gente que no puede con ese ritmo. Y lo compaginan con clases magistrales de cocina”, explicó Eva González, quien se reconoce “más foodie” desde que presenta el programa.
Habrá pruebas fuera del estudio, como la del Monasterio de Montserrat que homenajeará a la cocina catalana, la del Corral de Comedias de Almagro con su menú quijotesco, la que protagonizarán en Narbona en reconocimiento a la gastronomía gala o la de Torrejón, donde cocinarán para la Unidad Militar de Emergencias.
También habrá muchos cocineros invitados, que suman más de cincuenta estrellas Michelin, como Carmen Ruscalleda (Sant Pau), Ángel León (Aponiente), Diego Guerrero (DSTAgE), Roberto Ruiz (Punto MX) o Macarena Castro (El Jardín). Y anteriores concursantes, muchos de los cuales han conseguido labrar su futuro en el mundo de la cocina, como el ganador de la primera edición, Juanma.
En esta edición, los responsables del programa se han propuesto divulgar, tanto entre los concursantes como entre el público, la filosofía slow food. “Mi abuela lo practicaba hace sesenta años. Es cocinar con lo que tienes a tu alrededor, lo que pasa es que eso se perdió y ahora se está recuperando”, apuntó Pepe Rodríguez. “Es la referencia en el mundo de la cocina de kilómetro cero, de proximidad, de producto de mercado y de temporada. Pueden venir cosas de fuera, pero es mejor consumir lo cercano porque es más fresco”, apostilló Jordi Cruz. - Efe