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El nuevo ‘MasterChef Junior’ duda entre cocina o arquitectura

El aspirante valenciano, de 11 años, se alzó con el título y 12.000 euros para su formación

El nuevo ‘MasterChef Junior’ duda entre cocina o arquitecturaTVE

Madrid - Manuel, de 11 años, reconoció, tras ganar MasterChef Junior 2, que se está planteando renunciar a su primera vocación, la de arquitecto. No tiene muy claro si se dedicará a la cocina, “me he dado cuenta de que es un trabajo sufrido, que tiene sus más y sus menos. Si no, seré arquitecto, que también me gusta”. El pequeño chef valenciano se mostró “muy contento”, acompañado de Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nájera. Se alzó con el trofeo tras enfrentarse a Martina. Ambos tuvieron que preparar un menú completo. El ganador optó por una tosta de queso, mermelada de tomate, sardinas y paté de oliva de entrante, un all i pebre -caldo con ajo, pimentón, patata y anguila- de plato principal, en homenaje a su tierra y a su “yaya”, de quien era la receta, y un canelón de calabaza relleno de chocolate blanco y avellana, con granizado de fresas. Un menú tan “complicado” que los jueces creyeron que “no iba a acabar”, según Vallejo-Nágera.

Para la propietaria del catering Samantha de España, el premio era inevitable por “el nivel de cocina, de presentación, de elaboración y de creación del menú” elegido. Tanto ella como Cruz destacaron “el compañerismo” y “la creatividad” como las principales virtudes del valenciano y reconocieron que se venía venir “desde el primer día” que “hacía platos de cocina pero con una vuelta más”. Para el chef catalán, Manuel “lo tiene todo”, y además de “mano de cocinero, presentación de cocinero y razonamiento de cocinero” es “un tío serio, maduro, generoso, amigo y compañero”, resumió.

El protagonista no esperaba ganar porque tenía “muy claro” que a la final llegarían Víctor y Aina, eliminados sucesivamente; sin embargo está “muy contento”, deseando conocer la reacción de sus “amigos de clase” con los que mantuvo el secreto hasta el martes. Manuel comenzó su andadura en los fogones ayudando a su madre a hacer “pasteles”, y reveló que ha aprendido mucho con un libro de un cocinero alemán con sede en Valencia llamado Bernd H. Knöller (Restaurante Riff), ante la mirada atónita de Jordi Cruz, su jurado “favorito”. “Es la segunda cara de tonto que se me queda en dos días, como cuando estaba ahumando la cebolla” -una técnica que enseñó el pequeño al chef en la final-, bromeó Cruz. Su única espinita es la paella, con la que tuvo una mala experiencia en el programa y que todavía se le resiste: “No es mi receta favorita, le tengo mucho respeto a cocinar arroz”. Aparte del trofeo, ha recibido 12.000 euros que serán para “hacer algún curso de cocina en verano” y para ayudar a sus padres a “reformar la cocina”, y así poder cocinar “a gusto” en casa, admitió. - Efe