Una parisina en apuros en Marruecos

parís a toda costa cuenta la historia de una chica encantada de presumir trapitos y de haberse conocido. Maya, de origen marroquí, vive en París desde hace 20 años. Es una it-girl de la moda. Un concepto de la prensa para referirse a ese factor tan etéreo denominado magnetismo. En pleno ascenso, está preparada para conseguir su primer contrato fijo como estilista en la casa de alta costura para la que trabaja. Pero un control policial rutinario en el que descubren que su permiso de estancia ha caducado la envía en menos de 24 horas directamente a Marruecos.

La directora y la actriz protagonista, parisina de origen tunecino, visitó un festival de Túnez con su maleta de Louis Vuitton y empezó a visualizar una película que contara con una it-girl en un país norteafricano. Es decir, con su parte caricaturesca que tan bien funciona comercialmente. La actriz pasó varias semanas compartiendo el día a día con una familia marroquí. En el filme, cuando llega a la casa familiar y su hermano le asegura que el baño son los matorrales del jardín, se lo traga inmediatamente sin hacerse la más mínima pregunta. De eso trata, básicamente.