El Gobierno central y la Fiscalía Antidroga negaron ayer que se esté produciendo un repunte de la criminalidad en la Costa del Sol de Málaga tras una semana en la que se han registrado en la zona cuatro tiroteos, por diferentes motivos, y tres asesinatos. La situación, que no es nueva en la Costa del Sol, sí ha generado inquietud por la sucesión de los hechos en poco tiempo, prácticamente a diario desde el Jueves Santo, aunque en casos sin relación entre ellos.
El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, aseguró que las estadísticas de hechos delictivos en la Costa del Sol y en Málaga están por debajo del año pasado, por lo que negó una escalada.
En esa línea, destacó que el Plan Costa del Sol, que puso en marcha el año pasado la Policía Nacional centrado en Marbella tras una serie de tiroteos, supuso un refuerzo de personal y material, y “está funcionando de manera muy importante”.
El último de los casos ocurrió este miércoles en Mijas, donde se halló el cadáver de un hombre maniatado y con signos de violencia, en estado de descomposición, cuando se realizaban tareas de desbroce en una zona de campo. La investigación está abierta. En esa misma localidad, el lunes tuvo lugar un tiroteo en el que murió a un hombre de nacionalidad inglesa. Le disparó una persona con el rostro oculto y poco después se encontró cerca un vehículo ardiendo, con un arma dentro.
El pasado Jueves Santo, dos personas resultaron heridas en un tiroteo en la barriada de Portada Alta, en Málaga capital, por desavenencias familiares, según fuentes de la investigación. Un juzgado envió a prisión a uno de los cinco detenidos.
El Viernes Santo, el tiroteo fue en las inmediaciones de una discoteca de Marbella, de madrugada, cuando un hombre disparó a otro, que resultó herido grave, y huyó en un vehículo. Además, un hombre con problemas psiquiátricos asesinó este pasado miércoles a su madre y la desmembró con un hacha en Málaga.
El fiscal antidroga de Málaga, Fernando Bentabol, que tampoco ve un repunte de casos, aseguró a Efe que uno de los problemas principales es que “hay mucha facilidad” para conseguir las armas y señaló que “en la inmensa mayoría” de casos en los que se usan en la Costa del Sol están relacionados con las drogas. En el 80% de las detenciones por drogas se incautan armas. Por ello, opinó que las penas por tenencia ilícita de armas “son muy bajas”.